El Sevilla, vigente campeón de la Liga Europa, se tuvo que emplear a fondo para pasar a los octavos de final y hacer valer la renta de 3-0 que logró en la ida de estos dieciseisavos, ya que en la vuelta salió derrotado por 1-0 ante un Molde noruego que nunca se entregó.

El conjunto andaluz encajó un tanto en las postrimerías de la primera parte y ello de dio fuerza al rival para intentar la remontada, aunque la eliminatoria nunca corrió peligro pese a que el Sevilla no supo aprovechar las varias ocasiones que tuvo para marcar un gol y jugar con más tranquilidad.

Al equipo noruego, que había jugado la pasada semana en Sevilla su primer partido oficial de 2016 al no empezar la competición doméstica hasta el próximo marzo, entonces se le notó mucho que estaba en pretemporada y fue superado siempre por el español.

En esta ocasión, en su presentación ante la afición, quiso imprimir ritmo al partido y ser el protagonista, además de que el frío y el césped sintético podría incomodar más al rival.

Los sevillistas, ante eso, se dedicaron a estar bien situados sobre el terreno y a presionar con las líneas adelantadas para tener pocos problemas ante su joven portero David Soria.

El partido transcurrió así sin sobresaltos para los intereses visitantes y además con el paso de los minutos llegaron las primeras oportunidades de los del técnico Unai Emery, como un remate de Fernando Llorente a pase de José Antonio Reyes, otra del argentino Federico Fazio y una tercera acción del ucraniano Yevhen Konoplyanka.

La más clara fue del centrocampista argentino Éver Banega con un zapatazo que acabó con el balón repelido por el larguero cuando se acercaba el descanso, pero cuando olía al 0-1 llegaron dos contragolpes del Monde que dejaron en evidencia a la defensa hispalense.

El primero no lo aprovechó Mohamed Elyounoussi pero el segundo sí lo hizo Eirik Hestad, quien cruzó por bajó el balón y se lo puso imposible a David Soria.

Con el 1-0 se llegó al descanso de un primer período que había sido controlado por el Sevilla pero, como en tantos partidos de esta campaña como visitante, sin aprovechar sus oportunidades para que sí lo hiciera el adversario en una de sus pocas intentonas.

En la segunda parte el equipo que entrena el exjugador del Manchester United inglés Ole Gunnar Solskjaer salió envalentonado con la ilusión de conseguir la proeza y el Sevilla no tuvo la fluidez necesaria para tener la posesión del balón, con lo que el dominio fue local.

Emery sacó pronto a jugadores como el centrocampista danés Michael Krohn y el delantero francés Kevin Gameiro, en sustitución de Reyes y Llorente, para intentar dar mas frescura a los suyos.

La decisión del técnico vasco pareció dar resultado, pues el defensa Per Egil Flo sacó un balón en la raya de gol tras remate de Banega, Konoplyanka estrelló un balón en palo y a Vicente Iborra se le anuló un gol por fuera de juego.

Otra vez el Sevilla asustó al meta estadounidense Ethan Horvath pero otra vez pasaron los minutos sin que la formación visitante lograra el tanto que cerrara definitivamente la eliminatoria.

Así se entró en la recta final del encuentro ya con un partido roto, de juego directo por parte del conjunto noruego y con el español más centrado en dejar que pasaran los minutos para que no llegara el segundo del rival, objetivo que se cumplió para estar el viernes en el sorteo de los octavos de final.

Molde: Horvath; Toivio, Gabrielsen, Forren, Flo; Daniel Hestad (Strande, 93); Aursnes, Eirik Hestad; Moström (Strand, m.80), Elyounossi; y Svendsen (Diop, m.68).

Sevilla: David Soria; Mariano, Fazio, Kolodziejczak, Escudero; Carriço, Iborra; Reyes (Krohn-Dehli, m.55), Éver Banega, Konoplyanka (Diogo Figueiras, m.80); y Llorente (Gameiro, m.62).

Gol: 1-0, M.43: Eirik Hestad.

Árbitro: Bobby Madden (Escocia). Amonestó al local Forren (m.66) y al visitante Carriço (m.80).

Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, disputado en el Molde Stadion, con capacidad para unos doce mil espectadores y al que asistieron unos ocho mil, entre ellos algo mas de un centenar de sevillistas. Terreno de juego de césped artificial, la temperatura que rondó los cero grados y cayó en la segunda parte aguanieve.