Volvió a rodar el balón en la competición liguera y ElPozo cosechó ante Inter el mismo resultado con que se paró el torneo con motivo del Europeo, es decir, con derrota. El conjunto murciano cayó ante el equipo madrileño, el líder indiscutible de la competición, por 3-2 en un choque en el que estuvo desaparecido en el primer tiempo y en el que recuperó su mejor versión en el segundo cuando, tras estar tres goles abajo en el marcador, hizo dos tantos para llegar a un final muy igualado del que no logró sacar ningún punto. Nadar para ahogarse en la orilla, que se dice.

La diferencia entre el resultado de hace un mes ante Santiago y el de ayer radica en la forma de perder. Si bien ante el equipo gallego quedó la sensación que faltaba carácter y competitividad, frente a los de Jesús Velasco lo que sucedió fue que la escuadra de la capital del Segura tardó en encontrarse. Porque el 'Clásico' del fútbol sala español comenzó sin ElPozo, que llegó tarde a la fiesta. Y fue solo faltando quince minutos para el final del choque, en el momento en que más oscuro estaba el horizonte por el impactante 3-0 que reflejaba el marcador y las malas sensaciones que desprendía el equipo, cuando los murcianistas se hicieron con el mando del partido y empequeñecieron a un rival que hasta entonces dominaba el encuentro de igual forma que está comandando la liga: sin piedad y con puño de hierro. Sin embargo, a ElPozo le faltó tiempo y la derrota, con la que pierde su condición de invicto fuera de casa, lo ha bajado hasta el quinto peldaño de la tabla.

El primer tiempo mostró a dos equipos con sus roles bien marcados: ElPozo estructuraba su partido en base a una defensa férrea y buscaba transiciones rápidas para sorprender a su rival mientras que Inter, por el contrario, apostaba por la elaboración de las jugadas como consigna para llevarse los tres puntos. Lo hizo mejor el cuadro madrileño, que se marchó al descanso con dos goles de ventaja obra de Ortiz y Borja gracias a su buen juego y al desorden defensivo de ElPozo. Porque los goles de los de Jesús Velasco llegaron por errores del equipo murciano, muy perdido en tareas de contención.

El segundo acto requería que los de la capital del Segura saltasen a la pista con aquello que no habían tenido en los primeros veinte minutos: orden defensivo, tranquilidad en la elaboración de las jugadas y descaro en ataque. Sin embargo, los visitantes se encontraron con otro gol de Inter que, por lo mostrado sobre la pista, parecía poner el punto y final al clásico.

Fue entonces cuando llegó la reacción de ElPozo. Capitaneados por Álex, los de Duda se hicieron con el control del esférico y el cambio fue instantáneo. Dos grandes combinaciones que bien merecen ser repetidas para enseñar lo que es trenzar una jugada supusieron que el cuadro murcianista hiciese dos goles en menos de un minuto que devolvió la emoción al choque. Los tantos dejaron patentes el hecho de que ElPozo es capaz de todo cuando aprieta los dientes. Lo malo es que esta temporada lo ha hecho en contadas ocasiones. Los minutos siguieron transcurriendo sin que el marcador se moviese y, mientras la música sonaba y ElPozo deleitaba con un planteamiento que hacía sufrir al intratable Inter, una amarga sensación flotaba en el ambiente: era la reflexión de que los de Duda, excelsos en su juego durante ese tiempo, luchaban en esos momentos por lograr el empate, que no la victoria. Y ninguno de los dos resultados se consiguió ya que el partido finalizó sin que el equipo murciano hiciese el tercer tanto, lo que supone la quinta derrota en liga y quedarse a nada menos que 21 puntos del rival de ayer. Al menos queda el sabor del buen juego mostrado, aunque solo fuese cuando todo estaba perdido, y saber que se está con pie y medio en la final de la Copa del Rey y vivo en todas las competiciones.