Cuenta Luis Cacicedo Verdú -Cartagena, 1987- que su abuelo Francisco fue el que les metió ese gusanillo por el fútbol que ha trascendido hasta convertirlo a él y a su hermano Gonzalo -Cartagena, 1988-, en su profesión. Añade el jugador del Jumilla que los acompañaba a todos los entrenamientos, lloviera, hiciera frío o calor, porque quería verlos de mayores en un campo de fútbol. Tanto el mayor de la familia como Gonzalo, jugador del FC Cartagena, no perdieron el tiempo, y tras pasar por la AD La Manga fueron superando escalones hasta llegar a vivir y disfrutar de lo que les gusta.

Aunque se formaron juntos y la diferencia de edad es mínima, tan sólo de 16 meses, lo cierto es que emprendieron caminos diferentes casi desde el principio y nunca más coincidieron en un equipo de fútbol, ni tan siquiera se enfrentaron en un partido como profesionales.

El domingo les llega su momento en el encuentro Jumilla-FC Cartagena. Gonzalo reaparecerá tras cumplir un partido de sanción y Luis se ha convertido en un fijo en las alineaciones de Josico, su entrenador, ocupando el puesto de defensa central, la misma posición en el campo que su hermano.

En el Municipal de La Hoya, donde se disputará el choque a partir de las doce del mediodía, estarán padres, hermana, tíos y amigos porque es algo más que un partido de liga para el clan familiar. En la primera vuelta no se produjo por la lesión de Gonzalo, pero en esta oportunidad no parece que haya impedimentos -siempre que no exista incidente alguno durante la semana-.

«¿Chascarrillos?, no qué va», dice el mayor de los dos. «Eso lo dejamos para la familia, que es la que puede saborear este encuentro. Les hemos dicho que disfruten del partido y del ambiente y que no sufran» explica Luis. «Luego, cuando acabe el encuentro nos iremos todos a comer, pase lo que pase», añade Gonzalo Verdú.

«Mi novia quiere que ganemos nosotros y la mujer de mi hermano el Jumilla, es lo normal. Mi madre, pues ya veremos», explica el defensa albinegro.

Luis ha pasado por equipos como Crevillente, Alcoyano, Novelda, Catarroja, Alzira, Hellín, Puertollano y Jumilla, pero su hermano tampoco se ha quedado atrás, porque estuvo en el Efesé, Pinatar, Novelda, Albacete, Osasuna B, una incursión en un equipo indio, Córdoba B y Guadalajara antes de ver cumplido uno de sus sueños al vestir la elástica del FC Cartagena. «Curiosamente y a pesar de que hemos coincidido incluso en clubes de la misma categoría, no nos habíamos enfrentado nunca», insiste Gonzalo, quien destaca las condiciones físicas de su hermano mayor. «Tiene una gran dedicación por su trabajo. Es el capitán de su equipo y un ejemplo a seguir», apostilla.

Luis subraya que Gonzalo no se le parece en nada sobre el terreno de juego «lleva muchos años en esta profesión, pero desde joven se le veía unas dotes de mando en el centro de la defensa que son fruto de una gran personalidad en el terreno de juego. Eso sí, si tenemos algo en común, que es la garra».

Apuntan ambos a un choque intenso el de este domingo, porque los dos equipos están necesitados de puntos «quizá el que más urgencias tiene es el FC Cartagena. Nosotros llegamos tras una gran racha y encajamos muy pocos goles en los últimos encuentros», asevera el jugador del Jumilla.

«Creo que planteamos el partido con más confianza tras el triunfo del pasado domingo ante el Mérida. Sabemos que los estados de ánimo influyen en los equipos y debemos tratar de ser valientes», tal y como el FC Cartagena demostró el último encuentro, dice el defensa del conjunto albinegro.

Los prolegómenos del choque se viven de forma diferente en la casa de los Verdú, pero lo cierto es que cuando el balón eche a rodar no habrá, tal y como suelen decir los propios futbolistas, amigos ni hermanos. Ambos solo pensarán en el triunfo de sus equipos, aunque ese momento trascenderá al propio partido, aunque aún no lo reconozcan.