El UCAM Murcia, esta vez sí, dio un puñetazo sobre la mesa tras vencer por la mínima y a domicilio al Real Jaén, sexto clasificado, para dilapidar los fantasmas de sus últimas comparecencias, en las que su juego desmerecía por completo el estatus de sus futbolistas y de todo el club en general. Los universitarios mostraron una mejor cara tanto en labores defensivas como en labores de creación. El único 'pero' implica la inoperancia a la hora de sentenciar los partidos, sin duda alguna la cuenta pendiente del equipo este curso.

El UCAM superó a un Jaén que lo intentó como pudo, pero la escuadra murciana supo reaccionar en todas las fases del encuentro a las propuestas de los andaluces, que fueron a remolque en el marcador y vieron como el peso del tanto fue una losa imposible de remolcar. El partido ofreció variantes, pero al UCAM, desde el inicio, se le vio cómodo y preciso a lo largo de éste.

El Jaén intimidó en la primera jugada de peligro del primer tiempo tras un acercamiento de Hugo Díaz, precisamente un ex del UCAM, que se marchó fuera por poco. El delantero del Jaén fue de más a menos y terminó siendo sustituido.

Los universitarios promulgaron su estilo y jugaron a contener el esférico con pausa y mucho mimo. De esta forma, Iván Aguilar, tras el primer cuarto de hora, firmaba el gol que a la postre sería esencial. Un buen latigazo desde la frontal, con su pierna izquierda, acababa en la base del palo derecho de la portería de Felipe Ramos, que veía como el disparo inapelable se marchaba directo a la red.

El Real Jaén adelantó sus líneas tras el gol, pero el UCAM mostró su sello característico rehuyendo esa presión y desquiciando por momentos a los andaluces, lo que propinó muchas interrupciones en el partido a causa de las faltas.

Entusiasta segunda mitad

Tras el hemisferio, el partido ganó mucho crédito, especialmente en ocasiones. Las mejores, para el UCAM, aunque serían más cuantiosas para el Real Jaén.

Nono I, el extremo, hizo gala de su desborde y velocidad, pero careció de un mínimo de pólvora para poder sentenciar el partido. En la primera que tuvo, recibió un pase al espacio desde la derecha de Iván Aguilar que le dejó solo ante Ramos, pero su vaselina se marchó rozando el poste. En la siguiente, no llegó a rematar por muy poco un pase de la muerte de Tekio.

Al UCAM se le escapaba la sentencia, y el Jaén se envalentonó con algunas aproximaciones comandadas por Álex Cruz, otro ex del UCAM. No obstante, el equipo de Salmerón apretó la marcha en labores defensivas, y la línea de cobertura, comandada por el centenario capitán Ángel Robles, junto con el buen hacer del guardameta Biel Ribas, evitaron mayores disgustos.

De esta forma, el UCAM recobra crédito, vuelve a ganar fuera de casa tras los dos últimos empates, y firma una racha de cinco partidos consecutivos sin perder. Este sí es el UCAM que se espera este curso.