Hace veinte años, un grupo de jugadores de balonmano que en las décadas de los 60, 70 y 80 fueron protagonistas de una de las mejores épocas de este deporte en nuestra Región, decidieron constituir una asociación para celebrar anualmente un encuentro donde rememorar viejas hazañas, volver a calzarse las zapatillas de deporte e impregnarse los dedos de esa plastilina que ayuda a agarrar mejor el balón. Ninguno de los que participaron en aquella primera edición pensaron que dos décadas después iban a seguir fieles a la tradición. Gran parte de culpa de ello la tiene Pepe Mora, incombustible, quien con 75 años de edad sigue al pie del cañón, aglutinando los deseos de un grupo 'rockeros del balonmano' que el primer sábado de febrero de todos los años, se vuelve a ver las caras sobre la pista de un pabellón. Ellos, que acostumbraban a jugar en pistas al aire libre de cemento, sin importarle si llovía, hacía calor o viento, ahora juegan en pabellones confortables, 'hoteles de cinco estrellas' comparado con los escenarios donde jugaban sus encuentros.

El pabellón Federico de Arce fue el punto de encuentro en esta ocasión. Antes del choque, todos ellos rindieron homenaje a esos compañeros que han perdido la vida en los últimos años en una misa que se celebró en la capilla de la iglesia San Francisco Javier. Después saltaron al parqué. Por un lado, en el equipo granate, formaron por el portero Antonio Caravaca, Paco Díaz, Antonio Vidal, Antonio Bastida, Alfonso Avilés, Pedro Luis Gil 'Boti', de 74 años de edad, Tomás Elena, Chole Vivancos y Juanjo Giráldez. Por otro, en el conjunto blanco, actuaron el portero Julián Fernández Alcaraz, Joaquín Díaz, Javi Mora, Carlos Marín, Antonio Ferrer, Pepe Mora, Silvestre Martínez Morote y Tomás Parra. Los encargados de dirigir el choque fueron Ramón Romero y Salvador Escudero, dos exárbitros de Primera División. Los primeros ganaron por 6-5 en un partido que acabó con un gol en el último segundo que no subió al marcador y que hubiera supuesto el empate. Pese a la veteranía de muchos de los jugadores, a los que se han sumado hijos de varios de ellos, no hubo que lamentar lesionados.

Los participantes en el choque pertenecieron a clubes que marcaron época como Real Murcia, OJE, Electricidad Marín, Frayman, Paracaidistas de Tierra, Cedisa, Cordillera, Instalaciones Tarín, Iberhogar, Universitario Club de Remo, Serca Santomera, Loyola Trapa, Bazán Cartagena, Academias Pérez de Lema y la AGA.

Pero la Convención Anual no se limita exclusivamente a un encuentro deportivo. Posteriormente, todos los jugadores celebraron una comida en el Club Taurino, para cerrar la jornada con una velada que se celebró en el Murcia Club de Tenis, a la que se sumaron sus parejas. Durante la misma se reconoció la labor de Carlos Carmona Rodríguez, con una dilatada trayectoria como entrenador, Paco Muñoz Gambín y Leopoldo Olmos Fernández Delgado, uno de los mejores porteros de su generación. Además, desde Colombia, uno de los clásicos de este encuentro, el murciano José Manuel Cascales Guillamón, en la actualidad director de la liga Antioqueña de la región de Medellín, envió un mensaje de recuerdo y prometió no faltar el próximo año a la cita pese a la distancia que le separa de su tierra. Y como también se ha convertido en tradición, la Convención se cerró con la actuación de Alfonso Avilés, quien se caracterizó en esta ocasión de Stevie Wonder y Frank Sinatra para hacer las delicias de este grupo de exjugadores de balonmano que pretenden seguir en 'activo' muchos años más.