Es complicado saber qué once tipo es el ideal para el FC Cartagena esta temporada. El elevado número de lesionados en el tramo liguero que se está viviendo en estos momentos y el inusual de expulsados en las cinco últimas jornadas, hace que el equipo que salta de inicio en cada encuentro se convierta en algo imprevisible, que hace que los técnicos anden descolocados con un equipo que empieza a estar superado por las adversidades.

No deja de ser curioso lo de los expulsados, una epidemia se podría decir, porque desde la jornada vigésima el equipo ha sufrido cuatro expulsiones en cinco encuentros. No es nada normal lo que ha pasado y esto provoca que semana tras semana alguno de los afectados se pierda al menos un encuentro por sanción. El primer caso fue el de Sergio García en la jornada vigésima ante el Linares. Fue expulsado en el minuto 34 y le cayeron dos encuentros. La siguiente semana le pasó a Cristo Martín -expulsado en el minuto 89-, lo que provocó que ambos futbolistas -esenciales en esos instantes- se perdieran el partido que enfrentó a la Balompédica Linense y al FC Cartagena y que acabó con un 3-1 demoledor. Moisés también dejó a su equipo con uno menos en la jornada vigésimo tercera frente al Sevilla Atlético (el FC Cartagena caía por 0-2) y Gonzalo Verdú hacía lo mismo en la última, ante el Almería B, el pasado domingo (0-0 contra el colista). Es decir, dos jugadores de medio campo importantísimos en este equipo y dos defensas centrales se han perdido al menos un partido en esta mala racha que atraviesa el bloque cartagenerista.

Trabajo extra en la enfermería

En el capítulo de lesionados, la enfermería trabaja a destajo para intentar sacar a alguno y que el preparador pueda contar con ellos. El caso más grave es el de Quique Rivero, quien ha permanecido nueve jornadas sin jugar ni un minuto por una lesión en el tobillo. Reaparecía ante el Almería B y es quizá la noticia más agradable de las últimas semanas. Su no comparecencia ha sido un hándicap enorme para Víctor Fernández, exentrenador cartagenerista, que veía cómo el único jugador que es capaz de centralizar el fútbol ofensivo desde el medio campo le dejaba 'cojo' el equipo.

Juanlu Hens ha sido otra de las víctimas de los problemas físicos. El jugador disputó su último encuentro liguero el 3 de enero -ante el San Roque-. Después no ha jugado ni un minuto debido a sus problemas físicos. Se ha perdido cinco jornadas y ha supuesto un enorme agujero en la media punta, donde empezaba a ver la luz tras un arranque irregular.

Fede Laens ha jugado poco más de cien minutos en los últimos cinco encuentros. También ha tenido que visitar la enfermería en las semanas anteriores, lo que le dejaron sin vestir de corto en las jornadas vigésima y vigésimo segunda. Después, en las dos últimas, su participación ha sido anecdótica, 19 minutos en dos partidos.

Los dos últimos en caer han sido Indiano -recién fichado y que en su debut se lesionaba-, que estará en el dique seco al menos un mes y Mario Sánchez, un futbolista que había logrado la titularidad en la jornada decimonovena y venía ofreciendo un gran nivel, pero que tras romperse los huesos de la nariz se perdía el último encuentro y así seguirá las próximas dos jornadas.

La lista de bajas del equipo parece interminable y Víctor Fernández, quien intentó siempre pasar de puntillas por estas adversidades al menos públicamente, se vio impotente por la capacidad de respuesta de su equipo en determinados momentos.

Alberto Monteagudo tendrá una herencia similar, en este tramo final de la temporada. De momento, para el encuentro de este próximo domingo ante el Mérida no podrá contar con los lesionados Hens, Mario Sánchez e Indiano, ni con el sancionado Gonzalo Verdú.