El nuevo consejo de administración del Real Murcia debería tener solo un carácter provisional, y es que la idea es que Guillermo Martínez Abarca y el que a partir de ahora será su equipo de trabajo sean los encargados de buscar a una persona con la solvencia y la credibilidad suficiente para asumir la gestión de la entidad y especialmente el pago de las nóminas de la plantilla, partida más importante en los presupuestos. Ayer mismo, en las oficinas de Nueva Condomina, los nuevos consejeros ya tuvieron la oportunidad de sentarse a la mesa con los dos 'pretendientes' que en los últimos meses han salido a la palestra ganándose un protagonismo que luego no han trasladado a lo económico. Y es que tanto el archenero Antonio Perea, que andaba desaparecido desde que esta redacción publicase en exclusiva su informalidad, como Francisco Tornel, el notario que unos días afirma contar con cuatro millones de euros, otros con dos millones y últimamente con 150.000 euros, no perdieron la oportunidad de dejarse ver por las oficinas de Nueva Condomina, en otro intento por volver a captar la atención de los medios. Si pocos esperaban al intermediario archenero, que vuelve a demostrar que todavía no se ha dado por vencido, la presencia de Tornel sí estaba más que garantizada. Pero el notario, que dice tener el apoyo de varias decenas de empresas y que está respaldado por Arca Grana, no acudió con el cheque de 150.000 euros que dice que va a poner para salvar el pago de las nóminas de los jugadores. Su plataforma, por contra, sí pidió integrarse en el nuevo consejo, pero de momento no tiene ninguna opción al no contar ni con acciones ni con un respaldo social.