Dieciocho días después del fallecimiento de Jesús Samper, máximo accionista del Real Murcia desde 1999, los primeros cambios han llegado a la entidad grana. Después de algunas reuniones y tomas de contacto, en la noche de hoy, y tras un consejo de administración celebrado en Nueva Condomina, los responsables del club grana emitían una nota de prensa en la que se informaba del punto final de la etapa de los Samper al frente de la institución centenaria y del inicio de un nueva era con un consejo de administración más murciano que nunca, como reclamaban aquellos que durante los últimos años han criticado constantemente la gestión de Jesús Samper y su equipo de trabajo.

Así, Guillermo Martínez Abarca, hasta ahora vicepresidente del Real Murcia, pasa a ser el nuevo presidente del club grana. Miguel Martínez, en representación de los peñistas de los que es máximo responsable, ocupará el puesto de vicepresidente.

Dentro del nuevo organigrama también aparecen como consejeros Víctor Alonso, Romeo Cotorruelo y Enrique López, éste último en representación de la Asociación de Accionistas Minoritarios. Cotorruelo es el único que se mantiene del anterior equipo, ya que el apellido Samper, otra de las cosas que ha exigido la afición, desaparece definitivamente de la cúpula del Real Murcia con las dimisiones irrevocables de Juan Antonio Samper, Gonzalo Samper y Juan Antonio Samper de Miguel, hermano, hijo y sobrino del fallecido Jesús Samper, respectivamente.

Este nuevo consejo será el encargado de liderar la etapa de transición que se ha abierto tras el fallecimiento de Jesús Samper, la única persona que en los últimos años se ha hecho cargo de todos los gastos derivados de la gestión de un equipo que en las últimas dos temporadas ha militado en Segunda B. Entre las funciones más destacadas estará la de buscar un nuevo dueño, y es que ningún familiar de Jesús Samper tiene la más mínima intención de alargar su presencia en Nueva Condomina.