La Hoya Lorca logró un valioso empate sin goles en el estadio Álvarez Claro ante el Melilla. Los lorquinos truncaron la racha de victorias, pero ni mucho menos la positiva, ya que suman el cuarto partido sin encajar y se mantienen en la parte alta de clasificación. El brócoli mecánico realizó un partido muy serio y dispuso de las ocasiones más claras del partido por lo que a nadie hubiera podido extrañar un triunfo.

Paco García no sorprendió con el once. Salió de inicio el previsible con la inclusión de Roberto Alarcón por Carlos Martínez, con respecto al del pasado domingo.

En la primera parte, los lorquinos, que vistieron de verde brócoli, estuvieron muy serios en defensa, contundentes y sin fisuras. No se complicaban en ningún momento y Salcedo, cuando tenía que aparecer, lo hacía con mucha solvencia. En el medio campo, Pardo tenía mucho trabajo. Poley dejaba destellos de calidad, Álex Bernal no terminaba de conectar con los compañeros de banda. Estos apenas aparecieron mientras que Dani Carballo se peleaba con todos y recibía un severo castigo por parte de los defensores locales.

El juego no fue muy fluido, pero La Hoya fue quien dispuso de las ocasiones más claras.

Empezó asustando el Melilla a través de Diego Cascón, el jugador local más incisivo, en los primeros compases,pero no acertó. En el minuto catorce, Álex Bernal tampoco estuvo fino tras un servicio de Alcántara.

Los de Paco García controlaban bien el partido, pero en el minuto 28, fue Cascón quien puso a prueba a Salcedo quien intervino con acierto. En el 32´, Roberto Alarcón botó un falta escorada junto al banderín de corner, el balón muy cerrado lo tuvo que repeler Dani Barrio.

Después, se dieron las ocasiones más claras del primer acto y ambas en el haber de la Hoya Lorca. En la primera fue Álex Bernal, quien realizó un buen movimiento, disparó dentro del área y Bolaños salvó el gol, en la misma línea de meta. En la segunda, tras una serie de rechaces cortos de la defensa melillense, Poley sacó un disparo certero desde la frontal del area, pero Dani Barrio realizó una gran intervención, rechazando a córner.

En defintiva, primera parte muy intensa, con mucho contacto, juego muy físico, que por ocasiones debió finalizar con ventaja para los hoyeros. El colegiado, Benjumea Alvarez, un viejo conocido de la afición lorquina y no por nada bueno, no interpretó el reglamento de la misma manera para los dos equipos. Los lorquinos se marcharon al vestuario con cuatro amonestaciones por ninguna del Melilla. No decepcionó el granadino quien acabó mostrando cartulina amarilla a diez jugadores.

Nos vamos contentos, hemos hecho un partido muy serio

Paco García

Paco García, técnico de La Hoya, mostró su satisfacción por el punto obtenido en el Álvarez Claro: «El empate nunca es malo. Hemos hecho un partido muy serio en líneas generales. Nuestro primer objetivo es siempre mantener la portería a cero. Lo hemos conseguido un partido más y esa es la clave de nuestra posición que ahora tenemos». «Las mejores ocasiones han sido nuestras, no hemos estado acertados, pero estoy muy contento con la actitud del equipo. El Melilla es un equipo muy duro y más en su campo, por eso nos vamos contentos con este empate. Los jugadores saben porque lo hablamos mucho que lo ganado en noventa minutos no se puede desaprovechar en el descuento», añadió.

En la segunda mitad poco cambió pese a que Paco García dejó en el vestuario a Poley, dando entrada a Carlos Martínez, buscando más profundidad en las bandas. La tónica era la misma. Los melillenses acumulaban hombres de medio campo hacia atrás, mordían en el medio campo y base de faltas, no dejaban que el juego hoyero tuviera continuidad. A los cinco minutos, Pina penetra por la derecha, sacó un centro perfecto que es cabeceado por Rubén Martínez, abajo, a la base del poste, pero Dani Barrio realizó la parada de la mañana.

A los seis minutos, fue Carlos Martínez quien sorprendió con un disparo lejano cuyo balón salió rozando la escuadra izquierda del meta local.

El único equipo que quiso proponer fútbol fue la Hoya Lorca, pero el Melilla tenía la lección bien aprendida. Los locales jugaron a destruir y buscar alguna oportunidad a balón parado.

En el minuto ochenta y tres llegó otra ocasión clara para los lorquinos. Otra penetración de Pina por la derecha, otro centro perfecto y allí en boca de gol, se estorban Pardo y Carlos Martínez, privando a su equipo de un gol cantado.

En definitiva, el único equipo que siempre dio la sensación de poder ganar fue el brócoli mecánico, pero el empate sin goles se puede considerar bueno. El equipo lorquino volverá a jugar el próximo domingo en casa en partido matinal (12.00 horas) ante el San Roque de Lepe.