En plenas negociaciones para renovar su contrato, Carlos Cabezas firmó el pasado domingo en Vitoria su mejor actuación personal de la temporada: «Estoy en un momento dulce», admite el campeón del mundo en 2006.

¿Cómo afronta el equipo la próxima jornada de liga ante un rival teóricamente inferior que lucha por la permanencia, como es el caso de Gipuzkoa?

Supone un arma de doble filo para nosotros. En teoría tenemos mejor equipo, pero ellos vienen para jugarse la vida y certificar su tranquilidad. Trabajaremos con humildad y lucharemos para seguir soñando con el play off.

Han conseguido grandes victorias a domicilio frente a Gran Canaria o Laboral Kutxa, pero también perdieron en casa ante Andorra. ¿Por qué sufren esos altibajos?

En cuanto a Gran Canaria, sabíamos que ellos estaban inmersos en una final europea histórica, y el equipo supo aprovecharlo. Respecto a Andorra, es un equipo totalmente nuevo que se ha reforzado muy bien, jugábamos en casa ante un equipo que llegaba más abajo en la clasificación. La derrota supuso un patinazo y el equipo sufrió un fuerte varapalo, pero a partir de ahí demostramos una solidez tremenda. Frente a Laboral Kutxa hicimos un partido casi perfecto. Esto describe la trayectoria y la madurez adquirida en estos partidos, lo que nos aporta mucha confianza y, sobre todo, respeto hacia nosotros mismos.

Tras superar el récord de victorias en una temporada para el UCAM, ¿hay verdadera consciencia en el vestuario de que es una campaña histórica?

A estas alturas somos conscientes de lo que supone. Apreciamos la ilusión que hay entre los aficionados, y este hecho reconoce nuestro trabajo. En el caso de no clasificarnos para el play off, no creo que sea una decepción, sino todo lo contrario, hablamos de una temporada histórica en la que incluso hemos ganado al Real Madrid, algo que no ocurría desde hace 20 años. Al comenzar la liga regular hubo aficionados que me confesaron no creer en esas esperanzas de play off que nosotros sí teníamos. Ahora hablamos de una temporada que, personalmente, me encantaría que no finalizase nunca. Quedan tres jornadas de una liga que estamos disfrutando por el buen momento que atravesamos, especialmente en nuestro juego.

¿Ha podido faltar continuidad en el equipo a la hora de conseguir victorias?

Es cierto, no hemos ganado más de dos partidos consecutivos para poder enlazar una buena racha de victorias. Por diversas circunstancias, o también por el calendario, no hemos podido cuajar esta oportunidad. Véase el caso de Andorra. Más allá de eso, debemos seguir sumando y aprendiendo de estos duelos.

El pasado domingo cuajó su mejor actuación personal de la temporada. ¿Estaba especialmente motivado por ser el rival el Laboral, de donde fue despedido en febrero de hace dos años?

Cuando juegas contra un exequipo, y más contra un club en el que mi experiencia personal no fue satisfactoria, es mucho más especial. Esa semana se me motivó mucho desde los medios, sabían que era un encuentro especial para mí. Desde el principio salí muy enchufado y muy acertado, especialmente desde el tiro de tres. Con la ayuda de mis compañeros sacamos adelante una trabajada victoria, además de un triunfo histórico para el club.

¿Cómo se está sintiendo en Murcia, mejor que en Vitoria y en Fuenlabrada?

En Vitoria pasé por una situación difícil, pero un club modesto como Fuenlabrada me apoyó y me dio mucho cariño. Volví a funcionar bien y ahora estoy en un club y una ciudad que se asemeja mucho a mi ciudad natal, por el clima, la gente, el entorno que me rodea. Soy un jugador con temperamento, y eso se reconoce en Murcia.

¿Está realizando uno de los mejores finales de temporada los últimos tiempos?

Me encuentro muy bien. Por suerte, a lo largo de mi carrera, las lesiones me han respetado, lo cual es fundamental, y más a mi edad, y por eso puedo seguir jugando al máximo nivel. Carlos Cabezas se encuentra de dulce, feliz, y espero poder seguir sumando y aportando cosas al equipo.

¿Hay algo más que haya cambiado, como por ejemplo, sus métodos de preparación para intentar mejorar día a día?

Bueno, todos esos aspectos físicos y técnicos son vitales, pero finalmente se trata de un proceso más mental y psicológico. Por mi edad, mi carácter y mi forma de ser, además de otros aspectos como estar cómodo en la ciudad o en el entorno profesional, influyen muchísimo a la hora de afrontar los partidos.

En ciertas ocasiones, Diego Ocampo le sitúa junto a Raulzinho Neto en la cancha. ¿Qué tal funciona esa conexión?

Sinceramente, no es fácil por el hecho de que somos dos compañeros que nos sacrificamos por un mismo puesto en la cancha, que entrenamos duro para poder jugar. Raulzinho Neto es un chico con un presente y un futuro increíble. Según el partido esta variante puede resultar mejor o peor, pero personalmente me encuentro muy cómodo. En el baloncesto actual se juega mucho con dos bases, como es el caso de otras parejas como Llull-Sergio Rodríguez, yo mismo con Pepe Sánchez en mi época en Unicaja...

A falta de tres jornadas, se encuentra a tres asistencias de igualar su récord personal en una temporada, que está en 104. ¿Le motiva este hecho?

Desconocía este dato, pero me alegra enormemente, ya que siempre me he caracterizado por ser un base anotador, con otro tipo de rol. Mi juego está cambiando, se modifica para adaptarse a los compañeros y a la edad que tengo. Con casi 35 años superar esa cifra personal de asistencias me motiva increíblemente.

Lleva 480 partidos y, por tanto, está a un paso de los 500. ¿Cómo se plantea su futuro y la posibilidad de seguir en Murcia?

Me consta que mis agentes se están reuniendo con el equipo directivo del UCAM Murcia. Aquí son conscientes de lo feliz que soy en el club y en esta ciudad, y puedo apreciar que se trata de un sentimiento recíproco y mutuo. Ojalá que todo acabe en buen puerto y que Carlos Cabezas pueda seguir aquí en Murcia.

Por último, ¿está ya pensando en el futuro fuera de las canchas?

Recientemente he inaugurado un hostel en la ciudad de Málaga, pero me gustaría seguir vinculado al baloncesto. Poder enseñar a los niños, montar una escuela... Quiero obtener el título de entrenador, pero juego al baloncesto desde muy pequeño, con una presión máxima, y de momento no encuentro la suficiente motivación para ser entrenador en la élite. Pero en estos momentos para mí lo importante es finalizar lo mejor posible la temporada con el UCAM Murcia.