El fútbol español se ha enfrentado a seis huelgas convocadas por los futbolistas en demanda de sus derechos (1979, 1981, 1982, 1984, 2010 y 2011), cuatro de las cuales culminaron con éxito, y se ha topado también con amenazas de paros arbitrales, la última llevada a cabo en noviembre de 1997.

La Federación Española de Fútbol anunció hoy la "suspensión indefinida de todas las competiciones a partir del 16 de mayo", en desacuerdo con el decreto sobre derechos de televisión aprobado el 30 de abril pasado por el Consejo de Ministros, lo que supondría la séptima convocatoria de huelga de la historia.

La primera vez que las categorías profesionales del fútbol español quedaron paralizadas por una protesta fue el 4 de marzo de 1979. Los jugadores reclamaban la abolición del derecho de retención, su inclusión en el régimen de la Seguridad Social y la supresión del límite de edad para jugar en Tercera División, establecido en 23 años.

En septiembre de 1981, la Asociación de Futbolistas (AFE) planteó una nueva huelga, que se prolongó durante las dos primeras jornadas de Liga. El 6 de septiembre no se jugaron los partidos y el 13 de septiembre fueron disputados por los equipos juveniles.

Los jugadores desconvocaron la protesta tras lograr el pago de las deudas y la abolición de la normativa de alinear a los sub 20.

Antes de concluir esa temporada, la AFE convocó otra huelga, el 11 de abril de 1982, tres jornadas antes de concluir el campeonato, pero ésta registró un seguimiento escaso, por lo que fue desconvocada al día siguiente. El 16 de abril la AFE y el Comité de Fútbol Profesional alcanzaron un acuerdo.

La tercera huelga en el fútbol español se produjo en septiembre de 1984, durante las jornadas del día 9, que se disputó con juveniles, y el 16, en la que no hubo fútbol después de que Magistratura prohibiera la alineación de éstos.

El 18 de septiembre, los futbolistas pusieron fin a la huelga después de que los clubes aceptaran sus peticiones, entre ellas el cobro de deudas y la participación de los jugadores en las negociaciones sobre derechos de televisión.

Antes del comienzo de la temporada 1997-1998 se produjo la última convocatoria de huelga en el fútbol español, aunque fue desconvocada antes de celebrarse tras un compromiso entre la AFE, la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española. Los jugadores protestaban por la masiva llegada de jugadores extranjeros al fútbol español, situación que se solventó con un acuerdo que estableció limitaciones en el número de foráneos a partir de la temporada 2000-2001.

En noviembre de 1997, los árbitros de Primera y Segunda división llevaron a cabo una jornada de huelga, en protesta por las críticas vertidas hacia ellos y fueron sustituidos por colegiados de Segunda B, en la decimocuarta jornada del campeonato disputada el 30 de noviembre.

De nuevo, en marzo de 2006, el colectivo arbitral convocó una huelga en Primera y Segunda división por problemas de impago de la Liga de Fútbol Profesional, iniciativa que frenó el pago el reconocimiento de la deuda por parte de la patronal y su desembolso.

El 9 de abril de 2010, la AFE comunicó la convocatoria de una huelga para la jornada del 16 al 18 de abril en todas las categorías del fútbol si no se alcanzaba "un gran pacto por el fútbol español" que solventara los problemas económicos, sobre todo en Segunda división B y Tercera. Sin embargo, el 13 de abril se desconvocó.

En la temporada 2010-2011, la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) acordó el 11 de febrero de 2011 un paro en la competición para la jornada de Primera División del primer fin de semana de abril, en demanda del fin de la obligación de televisar un partido en abierto y por el dinero que el fútbol percibía de la Quiniela.

La impugnación de la decisión por parte de media docena de equipos consiguió que un juez suspendiera la decisión de que no se jugara la trigésima jornada.

Desde finales de esa temporada, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) negoció con la LFP un convenio colectivo que garantizara la estabilidad de la competición en un momento en el que una veintena de equipos estaban en situación de Ley Concursal y alrededor de 200 jugadores de Primera y Segunda habían denunciado impagos.

El 3 de agosto de 2011, la AFE rechazó, por considerarla insuficiente, la decisión unilateral de la LFP de crear un fondo de garantía concursal, con una dotación para garantizar las deudas salariales hasta la temporada 2014-15 de 240.000 euros para cada futbolista de Primera y de 120.000 para los de Segunda.

La AFE optó por convocar una huelga para las dos primeras jornadas, el 11 de agosto, aunque continuó negociando con la LFP. No se disputó la primera del 21 de agosto y el día 25 de ese mes, en la séptima ronda de negociaciones, alcanzaron un acuerdo que permitió la desconvocatoria.

El pacto contempló un fondo, del que no se desveló la cantidad, y la posibilidad de resolución de los contratos cuando el jugador esté tres meses sin recibir el salario.

En enero 2012 entró en vigor además la reforma de la ley concursal, de 2003, que ofrece mayores garantías a los futbolistas por deudas de los clubes.