El UCAM CB Murcia consiguió una victoria de enorme valor en casa ante La Bruixa d'Or Manresa, no sólo porque se quita de enmedio en la lucha por objetivos al equipo catalán, si no porque el triunfo exigió una gran dosis de trabajo, concentración, solidez y esfuerzo colectivo.

A pesar de que el equipo murciano no está exento de calidad jugador por jugador, durante la temporada ha quedado claro que el mejor UCAM es el que rinde en lo colectivo. Manresa hizo la goma en el marcador, y puso en serios aprietos a los de Diego Ocampo, que para cada situación comprometida contó con el paso al frente del jugador indicado. Kelati, Neto, Lima, Wood, Antelo, Rojas... es difícil destacar a uno sobre le resto porque cada uno supo esperar su momento para ayudar al equipo de la mejor manera posible.

El UCAM Murcia comenzó el partido poniendo a trabajar las armas adecuadas para explotar las debilidades del quinteto manresano. Con una buena intensidad defensiva y presión a la salida del balón desde el inicio, el equipo de Ocampo consiguió robos que condujeron a canastas más o menos fáciles. Además, en estático, el ataque encontró siempre al hombre en mejor disposición de resolver y los cinco integrantes del quinteto murciano anotaron en los primeros diez minutos, aunque el mayor rendimiento se conseguía por dentro, con balones a las buenas posiciones de Lima y Radovic, que resovieron.

De este modo, pronto se llegó a un marcador de 13-3, en parte porque por del lado catalán White acaparaba el ataque sin demasiado éxito. En ese momento llegaron las rotaciones en uno y otro bando y el partido cambió por completo. El gran culpable de que Manresa por fin entrara en el partido fue el base murciano Álex Hernández, que sustituyó a White y le dio sentido al juego de su equipo. En el lado de casa, la salida de pista de Neto, Lima y Kelati fue más perjudical de lo esperado, ya que Bamforth, Cabezas y Lee no fueron suficiente para hacer frente al resurgir manresano, personificado en el buen rendimiento de Rizvic por dentro.

Poco a poco, el Manresa se acercó en el marcador, acabando el primer cuarto en 22-17 y llegando al 30-28 (triple de White) gracias al trabajo en los visitantes de Fotu y a pesar de que Lima volvió a pista para tirar del equipo murciano, dominando en ambos lados de la pista. Fue el impulso de la fiera brasileña el que hizo retomar el pulso del partido al UCAM Murcia, casualmente a medida que el quinteto titular volvía a pista.

Kelati y Wood (acertados de 3) hicieron el trabajo, y enseguida los de casa retomaron la iniciativa (38-28) para llegar al descanso con un colchón de cierta consideración (40-31).

Una ventaja que vino muy bien para un comienzo de la segunda parte en la que el UCAM pagó caro un despiste inicial con elq ue vio recortada su ventaja. Manresa defendió con la presión que había sufrido minutos antes y recuperó varios balones de manera consecutivas, castigando convenientemente por medio de White y Rizvic (45-39).

Se recuperó el UCAM CB Murcia con un mejor control del balón y mantuvo la ventaja cerca de los diez puntos, pero Manresa no se rendía y hacía la goma, ahora con Seeley y Sakic llevando la anotación con acierto y aprovechando la desconcentración defensiva que había hecho presa del equipo de Diego Ocampo. Por suerte, Antelo entró en el partido en el momento adecuado, y no sólo evitó el hundimiento al final del tercer cuarto (59-54), si no que fue el referente del equipo en el acto final.

El capitán resultó providencial, más aún cuando dos triples (Dewar y Sakic) ponían en serios aprietos a los murcianos (61-60). Antelo surgió con 9 puntos y llevó al equipo a la tranquilidad (70-63), incluso contando con que Ben Dewar había calentado la muñeca y castigaba desde más allá de la línea de tres puntos.

El cierre de partido estuvo comandado por Sadiel Rojas, que trajo al quinteto la intensidad defensiva necesaria para contener el último arreón manresano y además contribuyó con dos triples para subir la máxima ventaja murciana en el marcador (77-65). A partir de entonces la clave estuvo en el buen hacer de Neto a la hora de contemporizar, siempre tomando buenas decisiones, lo que llevó al UCAM Murcia a una trabajada victoria final (83-72).