La Hoya Lorca fue frenado en seco tras perder ante el Arroyo por dos a cero. Los lorquinos perdieron injustamente, fallaron un penalti y dominaron en la segunda parte, pero se dieron cuenta demasiado tarde de cómo era el terreno de juego y lo que eso iba a suponer. Errores clamorosos en los goles encajados en una deficiente primera mitad, fueron sinónimo de una derrota que hacía añicos una racha positiva. En un campo de césped artificial y de reducidas dimensiones se enfrentaron el Arroyo, equipo que no había perdido en los últimos cuatro partidos en casa, y la Hoya Lorca, que había ganado los últimos cinco como visitante. Solo los primeros mantuvieron la estadística a su favor.

José Miguel Campos, el preparador lorquinista, tuvo que recomponer el once para solventar las bajas de Joselu por sanción y la de Ibrahim por lesión. No hubo sorpresas de medio campo hacia atrás. En los costados, Higinio volvió a la titularidad jugando por la derecha, Sergio Ortiz por la izquierda con Alex Bernal de enganche y Antonio Pino como hombre más adelantado.

Campos había insistido y trabajado durante la semana la importancia de las segundas jugadas y los balones parados, pero de poco le sirvió, ya que sus jugadores defendieron sin intensidad. En el minuto dos, fue el equipo lorquino, que vistió de verde brócoli, el que dispuso de la primera ocasión. Sergio Ortiz botó una falta en la frontal del área local y el meta Facu respondió con una buena intervención. Dos minutos después, otra falta botada por Ortiz, más escorada, la cabeceó Higinio con mucha intención, pero el cuero salió rozando el poste izquierdo.

Solo un minuto después, el Arroyo dispuso de una clara oportunidad. Otro balón parado escorado. La falta cometida por un demasiado nervioso Marcos Pérez la botó Armero y Casi disparó dentro del área, pero Raúl Moreno atajó con mucha seguridad. En la primera media hora, Marcos Pérez estaba siendo el mejor aliado del Arroyo. Un coladero por la banda derecha. Concedió tres corners, una falta lateral y un error suyo en ataque propició un contragolpe local que tuvo que frenar Antonio Pino, al que le valió la amonestación. Su impotencia en una acción también le valió una tarjeta, unos minutos después.

Mucho fútbol de contacto, poca combinación y muchos balones dividos que favorecían a los de casa. Como suele ocurrir en este escenario, solo los balones parados inquietaban las porterías. Igualdad máxima en todo, incluso en saques de esquina, tres en el haber de cada equipo antes del minuto treinta. Y también antes de la media hora de juego, el Arroyo se puso por delante en el marcador. Otra jugada que se inició en la banda de Marcos Pérez, faltó contundencia en la zaga hoyera y Mauro sacó un disparo lejano con la derecha que sorprendió a Raúl Moreno, quien tampoco está afortunado en esta acción. El estar más metido en el partido que su rival, tuvo recompensa.

La cosa fue a peor y todo el trabajo en el que Campos había insistido durante la semana se fue al traste por la pésima ejecución de los jugadores. En el minuto treinta y tres llegó el segundo. Otra falta botada al área lorquinista, se la tragó la defensa visitante y Casi, dentro del área pequeña, remata desde el suelo batiendo al meta lorquinista. A los defensores hoyeros solo les faltó aplaudir la acción del delantero del Arroyo.

No hubo poder de reacción en la Hoya Lorca, equipo que quería tocar el balón, pero los defensores locales no daban opción ni las dimensiones del campo permitían dar más de un toque. Sin hacer nada de otro mundo, el Arroyo se marchó al descanso con una clara ventaja, con solo haber sabido jugar en su terreno de juego. Cara de no saber cómo, dónde y cuándo; se les veía a los lorquinistas.

Campos movió ficha en el inicio del segundo acto. Dejó en la caseta a un inédito David Cuerva, entró Pau Franch como segundo punta y Álex Bernal atrasó su posición. La segunda parte solo tuvo un color, el verde brócoli. La Hoya Lorca salió apretando arriba y en el minuto tres dispuso de una gran ocasión. Sergio Ortiz botó una falta y el balón se estrelló en la cruceta de Facu. Los hoyeros solo llegaban a balón parado.

La Hoya pudo meterse en el partido a los cincuenta y cuatro minutos. Sergio Ortiz sacó un disparo desde la frontal del área y el balón pegó en el brazo de Nando. El claro penalti lo lanzó el propio Sergio Ortiz, pero Facu realizó una gran intervención. Curiosamente el mejor jugador del brócoli mecánico, había errado la pena máxima.

Los locales renunciaron con descaro al balón. Se metieron en su campo. Los hoyeros tocaban mucho, dominaban, pero se le nublaban las ideas en la línea de tres cuartos. Sin embargo, las rápidas salidas de los de casa, pudieron costarle algún disgusto más. La Hoya merecía el gol. Pau Franch y Sergio Ortiz dispusieron de ocasiones claras en el minuto sesenta y ocho. Los lorquinos realizaron una buena segunda parte, mucho mejor que su rival, pero los errores garrafales en los goles encajados le terminaron pasando factura a los pupilos de José Miguel Campos.