Todavía no ha sido presentado como integrante del organigrama técnico del FC Cartagena, pero Juan Manuel Barroso ya ha dado mucho que hablar en el entorno del club. El madrileño llega al equipo albinegro como una apuesta personal del presidente de la entidad, Javier Marco. De momento, se asegura que no cobrará un solo euro y tan solo colaborará «de manera desinteresada» prestando sus «consejos», tal y como detalló ayer el propio Marco en un comunicado de prensa, asegurando que se trata «de un amigo personal».

La trayectoria de Barroso, de 35 años, se resume principalmente en equipos de Segunda División B. El último equipo en el que ha trabajado fue en el Prat catalán, que acabó descendiendo la pasada temporada a Tercera después de militar en el grupo III de la categoría de bronce del fútbol español.

Barroso comenzó a ejercer como secretario técnico en 2009 después de ser segundo entrenador en el Portuense. A la temporada siguiente fue contratado por el Antequera como director deportivo. Más tarde recaló en el Toledo, en Tercera, donde tuvo que arreglar una situación deportiva muy difícil. Tuvo que dar la baja a varios futbolistas y buscar en el mercado otros que permitiesen al equipo de El Salto del Caballo luchar por el ascenso a Segunda B. En junio de 2011 recaló en el Burgos, de Segunda B, de donde salió antes de finalizar el proyecto deportivo iniciado.

Después le llegó otra oportunidad en el Grupo IV, cuando el Arroyo lo reclamó para trabajar como secretario técnico tras ascender de Tercera, consiguiendo mantener al equipo en la categoría de bronce. Su gran oportunidad llegó con el Eibar, en Segunda, equipo en el que trabajó como colaborador deportivo hasta noviembre de 2013 antes de firmar por el Prat. Ahora llega al Cartagena de la mano de Javier Marco en un fichaje que ha revolucionado el entorno del club.