La plantilla del FC Cartagena le ha dado un voto de confianza a sus dirigentes después de conseguir que los dueños les paguen la nómina de noviembre, una de las dos que les adeudan. Se había convertido en una gestión imprescindible para los jugadores antes de tomar medidas drásticas, como un plante en el próximo encuentro.

A las ocho de la mañana de ayer miércoles Javier Martínez, propietario del FC Cartagena, estaba citado en la puerta del estadio Cartagonova con Florentino Manzano, a día de hoy el conseguidor de los fondos necesarios para la supervivencia de la entidad, y con Javier Marco, presidente del club albinegro. Los tres recibieron a la persona que les iba a dar los 60.000 euros que necesitaban para poder cubrir los gastos derivados de la nómina de plantilla y cuerpo técnico del mes de noviembre.

Poco después de formalizar la operación y el club puede ingresar en su cuenta dicho dinero, es cuando los tres representantes de la entidad bajan al vestuario del equipo, donde los jugadores aguardan, a la espera de noticias. Habían quedado emplazados para esta misma mañana, antes de la sesión de entrenamiento en el campo de la Urbanización Mediterráneo. A pesar de las promesas que habían ido pregonando los dirigentes de la entidad, los jugadores eran cautos y esperaban una confirmación definitiva, hecha por el propio dueño del club. La imagen de la derecha muestra el momento de dicha reunión. Allí Javier Martínez les explica a los jugadores que en ningún momento han desistido en su intento de que todo quede resuelto cuanto antes, ni mucho menos de dejar a los futbolistas sin cobrar lo que se les adeuda.

También agradecía la paciencia de los jugadores y se excusaba de no haber podido satisfacer el pago de los emolumentos con mayor premura.

El equipo ha pasado momentos muy complicados, los jugadores cobran sueldos mucho más normales que lo que se podía recibir hace unos años, por lo que los apuros cuando el dinero ha faltado han sido mayores. Tanto es así que algunos han tenido que pedir dinero prestado a la familia para poder afrontar el día a día y otros, como es el caso de Nacho Neira, no han podido soportar esta presión, de ahí que pidiera su baja voluntaria para marcharse a otro club más cerca de casa, donde sí le garantizan el cobro hasta el final de la temporada.

Los jugadores recibirán en sus correspondientes cuentas bancarias sus emolumentos por transferencia, por lo que desde ayer solo se piensa en el encuentro del próximo domingo, a partir de las cinco de la tarde, frente a La Hoya Lorca.

Jorge Luque, capitán e interlocutor del equipo en esta crisis que ha traspasado los tabiques del vestuario, explicaba que volvían a darle «un voto de confianza» a los dueños y que en un plazo máximo de dos semanas «sean capaces de encontrar el respaldo económico suficiente para poder asegurar, no sólo la nómina pendiente, sino también las de los próximos cuatro o cinco meses».

«Nos han pedido tranquilidad», esgrimía el propio futbolista, quien explicó, por otro lado, que no había vivido nunca una temporada de tanto desasosiego como la que viene sufriendo esta campaña en el FC Cartagena. «Es verdad que en otros equipos, como en el Xerez, tuve problemas para cobrar mi salario, pero es que esta temporada está siendo todo, no solo el aspecto económico, también el deportivo».

«Salir como animales a ganar»

El centrocampista albinegro dijo que ahora es tiempo ya de centrarse únicamente en el encuentro del próximo domingo ante el colista del grupo. «Hemos conseguido cargar las pilas y somos conscientes de que hay que aparcarlo todo y el domingo salir como animales para ganar a La Hoya Lorca».

Consideran el compromiso regional como «una gran final, y así lo vamos a afrontar».

No obstante, reconoce que las bajas por sanción y por lesión pueden ser un lastre importante «el cuerpo técnico está trabajando para buscar soluciones al respecto», añadía.

La plantilla demanda tranquilidad tras dos semanas de convulsión. Necesitan pensar únicamente en fútbol para poder salir de otro problema, el deportivo.