Un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia emitiera una nota en la que ponía de relieve los nombres de los acreedores que no aceptaban el nuevo calendario de pagos presentado por el Real Murcia, el juzgado número uno de lo Mercantil confirmó ayer, a través de una nota firmada por su titular, la juez María Dolores de las Heras, que «deniego la modificación del convenio propuesta por el Real Murcia al no haber sido aceptada por sus acreedores en el plazo establecido legalmente». Entre otras cosas, uno de los aspectos que puso de relieve la magistrada es que el club que preside Jesús Samper tendría que haber alcanzado un acuerdo con sus acreedores antes de solicitar un nuevo plan de pagos para hacer frente a las deudas.

Y a Jesús Samper le toca de nuevo correr, ya que desde hoy tiene un margen legal de veinte días por delante en el que puede presentar un recurso que, tendría opciones de ser admitido, siempre que llegue respaldado como mínimo por el sesenta por ciento de los demandantes que tiene la centenaria entidad. Los siete acreedores que se han personado para mostrar su disconformidad con la quita del cincuenta por ciento que ha planteado el máximo accionista grana han conseguido paralizar el plan de Samper para aliviar las arcas del club, pero el abogado madrileño todavía tiene margen de maniobra al poder llegar a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores, lo que probablemente podría modificar el resultado de la primera decisión de la titular del juzgado en el que se está tratando, por decirlo de alguna manera, el futuro más inmediato de la entidad deportiva más importante de la Región.

«No puede entenderse aceptada la modificación por los acreedores, pues hubiese sido preciso que en esos diez días hubiesen mostrado su aceptación adhiriéndose a aquella un 60% del pasivo ordinario», explicaba la sentencia que envió ayer el juzgado, que también informaba que no había llegado ningún sí al nuevo plan. La magistrada también muestra consideración hacia el Real Murcia cuando explica que «en ese breve plazo perentorio de diez días es difícil lograr los apoyos necesarios de los acreedores», aunque después manda un aviso añadiendo que «las negociaciones para obtener las adhesiones precisas para entender que la modificación del convenio es aceptado por los acreedores deben iniciarse ex ante y no ex post a la presentación de la propuesta en el Juzgado».

Dentro de los que no han querido prestarse a la propuesta del presidente grana está la Liga de Fútbol Profesional, a la que se le adeudan 460.000 euros de un préstamo que hizo a la entidad murcianista para pagar a varios jugadores; el Sevilla FC, al que se le debe unos 270.000 euros por el fichaje en enero de 2007 de Bruno Herrero; y las empresas TSF Nogomentni, Landcable Limited y Freeway Entertainment KFT, con cantidades mucho más inferiores. Además está Gonzalo Iglesias del Barrio, futbolista que militó en el Imperial y que tiene pendientes de pago algo más de cuatro mil euros, y otro ex jugador del Imperial, David Torres, de quien no ha trascendido la cantidad que se le debe.

Llegados al no del juzgado, al Murcia le quedan dos opciones. La primera es modificar las condiciones del convenio para llegar a un acuerdo con el 60% de los demandantes o mantener el convenio actual, algo que sí conlleva riesgos de mucha envergadura. Teniendo en cuenta que los dirigentes del Real Murcia han manifestado públicamente que no tienen la liquidez necesaria para hacer frente a las deudas, se abre la puerta para que cualquier acreedor pueda solicitar la liquidación de la sociedad, un extremo al que posiblemente no hará falta llegar debido a que Samper todavía tiene 'amigos' en la lista de acreedores como para conseguir el OK de la mayoría.