Jesús Samper, presidente del Real Murcia, regresaba ayer a Nueva Condomina después de cuatro meses. No lo hacía para ver un partido de fútbol, sino para la tradicional Junta General de Accionistas que se celebra cada año por estas fechas. El máximo mandatario grana, en una sala en la que los periodistas ganaban a los accionistas, pasó por todos los puntos de actualidad, aunque apenas ofreció datos nuevos. La difícil situación económica que vive la institución murcianistas, agravada con el descenso administrativo a Segunda B, ha llevado al mandatario, sabedor de que a veces se ha equivocado a la hora de hacer pronósticos, a ir día a día.

Pese a que en estos últimos meses se ha hablado de que podría haber empresarios interesados en la compra del Real Murcia, Jesús Samper desmentía ayer esta circunstancia. Al ser cuestionado por ese aspecto, el madrileño fue tajante. «Nadie se ha acercado a interesarse por el club», decía, para reiterar que «estaría encantado de ceder los trastos». Aunque también tiene claro que «no es verdad que la única posibilidad de que el club siga adelante sea la venta».

Las palabras de Samper restan credibilidad a Antonio Perea, empresario archenero que lleva meses vendiendo que, junto al grupo que representa, está dispuesto a asumir el control del Real Murcia. «Busca su minuto de gloria», indicaba ayer el presidente murcianista, para añadir que «estuve reunido con el abogado de él y con otras dos personas. Le dije que como condición mínima debía identificar al árabe, al ruso o a lo que sea que represente; y a partir de ese momento todo se suspendió», dejando claro además que «fueron ellos los que se acercaron a nosotros, y no al revés».

Incluso los representantes de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Real Murcia, presentes ayer en la Junta General, daban la razón a Samper tanto en lo de la ausencia de compradores como en lo inverosímil de la propuesta de Perea, con quien esta asociación también se ha reunido en varias ocasiones, sin conseguir que el archenero aporte pruebas de quién estaría detrás del grupo que dice representar. Palabras que sorprendieron, sobre todo porque la plataforma que lidera Pablo Baeza y que solo cuenta con el respaldo de 89 de los 6.442 accionistas minoritarios que tiene el club, lleva tiempo afirmando tener dos propuestas de interesados en hacerse con la centenaria entidad, añadiendo además que se las habían hecho llegar a Samper por mail.

Sin novedades en una posible venta, Jesús Samper volvió a tratar el descenso administrativo del Real Murcia a Segunda B, una decisión que está en los tribunales. El mandatario, tal y como hiciera este verano, utilizó de nuevo una expresión («traje a medida») que con el paso del tiempo se ha demostrado que define realmente que la Liga de Fútbol Profesional no dio el mismo trato al Real Murcia que al resto de clubes.

«La decisión adoptada por la LFP y que con el transcurso del tiempo -muy corto, por cierto-, ha puesto de manifiesto la 'cacicada' que denunciamos en su momento, ya que nuestro club no era el que más debía. Tampoco era el único al que Hacienda había rechazado la petición de aplazamiento, pues otros tuvieron la misma negativa que el Real Murcia», decía, para continuar insistiendo que «la Liga nos hizo un traje a medida, permitiendo que otros clubes no fueran afectados ante la misma situación». «Todos esos adjetivos que expresamos -refiriéndose al pasado verano-, no eran cortinas de humo como así se ha dicho».

El presidente grana no quiso pasar por alto las declaraciones que hacía hace unos días el máximo responsable del Recreativo de Huelva, quien, pese a ser uno de los defensores del descenso murcianista, afirmaba que, junto a otros clubes, estaba estudiando a parar la competición si Hacienda no cedía y aplazaba las deudas del fútbol. «Estas noticias ponen de manifiesto que todos estos clubes también tienen deudas con Hacienda. Incluso ha aparecido un listado con las deudas de los equipos y el Real Murcia no es desde luego de los más endeudados. Sí aparecen Real Zaragoza, Racing, Recreativo...». Además, Samper recordaba que el Murcia está al día de pago con sus jugadores, algo de lo no pueden presumir clubes como el Recreativo -las denuncias de los jugadores onubenses ante la AFE ascienden a un millón de euros- . «Lo que siento me lo guardo para mí mismo», comentaba el presidente grana, quien sí afirmaba que está informando al juzgado de todos estos casos.

Sobre los movimientos judiciales, Jesús Samper detallaba todos los procedimientos que ha abierto el club para recuperar la plaza que perdió el pasado verano por la decisión de la Liga de Fútbol Profesional. Entre las demandas, tal y como informaba este diario en el mes de octubre, el Real Murcia exige una indemnización por daños y perjuicios de 25.210.250,56 euros. La cifra sale de sumar 2.930.755,98 euros del perjuicio económico directo causado por la resolución de la LFP en concepto de ingresos no obtenidos por no participar en Segunda, 2.400.000 euros por el deterioro del derecho de traspaso de los derechos federativos de los jugadores como consecuencia del descenso, 34.536 euros por los gastos de participar en el Grupo I de Segunda B y 19.844.958,58 euros como valor de las expectativas de ascenso a Primera División. Esa demanda, afirmaba el empresario madrileño, fue notificada a la Liga de Fútbol Profesional el 20 de noviembre, aunque el organismo liguero aún no ha contestado.

En caso de que la justicia dé la razón al Real Murcia y obligue a la Liga a indemnizar a la entidad con la cantidad pedida, una parte importante de esos 25 millones irían a pagar la deuda. Algo que dejaba claro Samper, mostrándose molesto por informaciones en las que se ha llegado a decir que la familia Samper se podría quedar unos diez millones. «A la familia Samper dejadla en paz», pedía el presidente, recordando que en este caso el afectado es el Real Murcia y el que demanda a la Liga para pedir justicia es el Real Murcia.

En sus palabras previas con las que abría la Junta de Accionistas, el presidente aprovechaba para comunicar que José Luis Morga había renunciado a continuar como miembro del consejo de administración del club «por motivos personales», aunque «se ha puesto a mi disposición cuando así lo considere necesario» y para lanzar algunos dardos. El primero fue para las autoridades municipales. Sin nombrar a Cámara y a Cascales, Samper dejaba caer que sus intervenciones el pasado verano para intentar salvar al Real Murcia habían sido más «por salir en los papeles que por efectividad de su actividad», pese a ello dijo que «es de agradecer». Más amable se mostró con el presidente de la Comunidad, al que el madrileño agradeció «su voluntad por intervenir en el asunto frente a Hacienda, aun cuando no obtuviera los resultados buscados».

El segundo mensaje fue para Juan Guillamón, al que tampoco puso nombres y apellidos. Pese a que el que fuera exconsejero lleva meses vertiendo críticas sobre la gestión del club, Samper decía que «el respeto y la prudencia me aconsejan no dar respuestas para evitar así entrar en controversias o 'batallitas' con quienes han representado la más alta instancia de este club, aun cuando haya sido por un breve espacio de tiempo». «Ese respeto hacia personas que están o han estado al frente de instituciones públicas o privadas no debe interpretarse de manera fácil, es decir, que la ausencia de mis respuestas no debe confundirse nunca como desconocimiento, arrogancia o desprecio. Inclusive a los que de manera infundada, o en algunos casos, con mala fe y publicidad, emiten opiniones carentes del más simple conocimiento de lo que hablan u opinan».