El UCAM Murcia afronta su cuarta temporada consecutiva en la Liga ACB. El domingo, ante el Valencia Basket en el Palacio de los Deportes (12.30 horas), emprende un curso en el que ha rectificado la planificación de la plantilla, que es la que presenta menos caras nuevas de los últimos tiempos, ya que continúan los pívots Víctor Arteaga, Nemanja Radovic, Augusto Lima y José Ángel Antelo, además dde los aleros Scott Wood y Thomas Kelati. Solo cinco jugadores visten por primera vez la elástica roja, que son los bases Alberto Martín, Carlos Cabezas y Raulzinho Neto, y los escoltas Scott Bamforth y Sadiel Rojas.

Si en las tres campañas precedentes se realizaron diversos experimentos en el puesto de base, en la actual no se ha arriesgado en la dirección del juego desde el inicio. Después del regreso a la máxima categoría en la temporada 2011-2012, la dirección deportiva apostó por Josep Franch, al que fichó con unas altas expectativas. Siguió tras el ascenso uno de los artífices del mismo, Pedro Rivero, un buen jugador de LEB Oro que no había tenido continuidad en la máxima categoría, e incorporó a Andrés Miso, un escolta con capacidad para llevar también la batuta.

La apuesta no salió como se esperaba y a mitad de temporada tuvo que incorporar a Curtis Jerrells -el estadounidense se lesionó solo dos partidos después de llegar-, y tuvo que volver a parchear con Marko Popovic, quien se marchó poco después tras jugar 7 minutos en solo tres partidos.

La temporada 2012-2013 estuvo marcada en el puesto de base por los problemas con el pasaporte de Joe Ragland, quien no debutó hasta la séptima jornada y al que el club logró traspasar antes de que concluyera el campeonato. También llegó el mallorquín Miki Servera como una apuesta de futuro y el club le dio la última oportunidad a Josep Franch, confiando en que con la experiencia adquirida y con un compañero de más garantías a su lado, fuera capaz de dar un salto de calidad. Pero el catalán retrocedió y el equipo se tuvo que conformar con lograr una permanencia holgada.

Pero en la 2013-2014 se acabó la paciencia con el ex del Joventut, que se marchó a Sevilla, donde tampoco cuajó, y ahora ha llegado al Gipuzkoa Basket. El cuerpo técnico apostó entonces decididamente por Rodrigo San Miguel, que llegaba del Valencia, pero cometió el error de creer que Miki Servera iba a ser un buen relevo para el aragonés, que también tuvo altibajos en su rendimiento a lo largo del ejercicio. Además, tampoco encontró en el mercado un segundo base de garantías, fichando ya iniciado el torneo a un Sergio Sánchez que después de un buen inicio se quedó muy pronto sin gasolina.

Este año no hay experimentos en la dirección del juego. El club ha hecho un esfuerzo para incorporar a un joven que acumula ya tres temporadas de experiencia en la ACB, en las que ha participado en 98 partidos y 2.232 minutos. Raulzinho Neto llega con un contrato por tres años tras ser un jugador importante en el Gizpukoa Basket y con el rol de ser el director de juego titular, aunque con la tranquilidad de tener detrás a Carlos Cabezas, un base de 33 años con 449 partidos en la categoría y 9.251 minutos. Por tanto, el brasileño se va a encontrar en Murcia la misma situación que en San Sebastián, donde creció junto a otro veterano, Javi Salgado.

Y para redondear el puesto de base, una apuesta de futuro, el madrileño Alberto Martín, una de las perlas del baloncesto nacional, quien ha decidido volar solo tras formarse en el Real Madrid, y ha firmado un contrato por cuatro temporadas con el UCAM, donde se reencuentra con un entrenador, Diego Ocampo, que le conoce de las categorías inferiores de la selección española. La teoría dice que el UCAM ha rectificado, ha dejado atrás los experimentos y ha dotado al equipo de dos bases contrastados y uno con un gran potencial. Ahora solo que la inversión se confirme en la pista.