Óscar Sánchez anunció ayer su retirada del fútbol. En la mima sala de prensa que el 16 julio de 2009 Santiago del Río y José Antonio García Franco le presentaban como nuevo jugador murcianista, ayer el capitán comunicó su decisión más difícil. «Dejo de ser futbolista profesional».

Esas fueron sus primeras palabras, la frase que iniciaba un discurso lleno de agradecimientos y que en varias ocasiones tuvo que pararse a pensar debido a las emociones. Con los ojos enrojecidos y conteniendo las lágrimas, el lateral murciano, que cumplió un sueño el día que se incorporó a la disciplina del Real Murcia, decía adiós al fútbol después de dieciséis temporadas como profesional y 372 partidos, y, sobre todo, a la que ha sido su afición en las últimas cinco campañas en Nueva Condomina. «Agradecerles la forma en la que me acogieron, demostrándome que uno puede ser profeta en su tierra». «Cada vez que llegaba un momento malo más cariño me ofrecían».

Pero antes de los agradecimientos, en los que incluyó al Real Valladolid y a la gente que conoció en esa etapa, el capitán murcianista explicaba el sufrimiento que ha vivido en las últimas semanas para intentar recuperarse de la rodilla: «Lo he intentado, pero ha sido imposible. Mi rodilla ha dicho basta y ya no puedo estar a la altura que exige el fútbol profesional», relataba. «A pesar de la tristeza que me produce, creo que es la mejor decisión».

Que Óscar Sánchez deje los terrenos de juego, que ya no vaya a vestir más el número 6 a su espalda, que el brazalete de capitán pase a José Luis Acciari, no quiere decir que el murciano vaya a abandonar del todo el Real Murcia. Seguirá formando parte del club, como anunciaba Jesús Samper en la entrevista publicada ayer en este diario. «Después de 16 años empiezo una nueva vida. Será un cambio difícil, pero tenía que llegar», decía Óscar Sánchez en una sala de prensa en la que sintió el cariño de sus compañeros y de su familia. «Seguir aquí es un lujo, estoy muy ilusionado. Trabajaré desde la humildad y con ganas de aprender».

Y es que para él, nacido en Murcia y habitual de La Condomina de pequeño, la oportunidad de jugar en el conjunto grana llegó a los 29 años, concretamente en la temporada 2009-2010, campaña que acabó con el descenso de categoría. «De pequeño venía con mi padre a La Condomina, por eso cuando fiché por el Murcia cumplí un sueño que llevaba deseando durante veinte años». «Quién me iba a decir que iba a ser capitán del Real Murcia», se preguntaba, para dejar claro que «ese ha sido el mayor logro de mi carrera».

Agradeció el apoyo de su madre y de su mujer, que al otro lado intentaban esconder las lágrimas, recordó a su padre, quien no pudo verlo vestir de grana, y durante su discurso no faltó nadie. Empezó por Jesús Samper, hizo un guiño a Víctor Alonso, habló de compañeros especiales como Albiol, Richi, Kike y Acciari, y acabó con un «te quiero, Chando», quien hace unas semanas perdía a su esposa.