Alberto Contador ya ha despertado la expectación y el debate en el Tour de Francia, prueba en la que tratará de confirmar su condición de indiscutible favorito, en medio del debate que genera su cuenta pendiente con el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

El TAS deberá resolver a primeros de agosto el caso sobre el positivo de Contador por clembuterol en la pasada edición, donde conquistó su tercer título.

El pasado 31 de mayo, el Tribunal aplazó del 6 de junio al uno de agosto la vista sobre los recursos presentados por la Unión Ciclista Intrernacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) contra la absolución de Contador por la Federación Española de ciclismo.

Será un Tour de cuatro semanas para el ciclista español, pues siete días después del final del 24 de julio en París, tres jueces decidirán su futuro y la validez de sus últimos éxitos.

No faltará el debate a lo largo y ancho del Tour. La organización se siente incómoda por un proceso que no tiene freno desde hace un año y que enfoca al actual líder del pelotón mundial. Las voces de algunos corredores y directores se han levantado recientemente contra la credibilidad del español, caso del británico Bradley Wiggins. El ciclismo francés mira de reojo al ganador del último Giro.

A las esperadas preguntas que tendrá que afrontar sobre el asunto que le atormenta desde el pasado agosto, el ciclista de la localidad madrileña de Pinto, de 28 años, deberá responder en primera instancia sobre la misma carretera.

Su reciente exhibición en el Giro le coloca en la cúspide en la lista de favoritos. Sin discusión. Así lo han admitido 20 de los 22 directores deportivos que estarán en la salida del Paso del Gois. También sus rivales, incluidos los principales opositores, caso de los hermanos luxemburgueses Andy y Franck Schleck, el australiano Cadel Evans y el español Samuel Sánchez, entre otros.

Con 9 victorias en 2011, inalcanzable desde que recuperó su licencia en febrero tras la sentencia absolutoria de la Federación española, Contador afrontará el Tour un mes después de la conclusión del considerado Giro de Italia más duro de los últimos tiempos.

La única duda gira en torno a su recuperación física. En Italia dio la impresión de ganar con excesiva holgura, pero sus rivales en el Tour superan el nivel de los del Giro y ninguno de ellos se castigó en las carreteras italianas.

Andy Schleck, su máximo rival

En la lista de candidatos alza la voz Andy Schleck, a sus 26 años dos veces segundo en París. El año pasado se le escapó la carrera por 39 segundos y tiene la espina clavada. Tiene mejor equipo que Contador, pero ha dejado dudas en la Vuelta a Suiza, donde no luchó por la victoria.

Contador-Andy será el debate deportivo del Tour. Pero no estarán solos en el montañoso recorrido de la 98 edición. Franck Schleck trabajará al servicio de su hermano menor, a quien superó en la Vuelta a Suiza. Con tres victorias en 2011 será una segunda baza del Leopard.

Además se espera la explosión del holandés Robert Gesink (Rabobank), quien ha preparado a conciencia la cita francesa. Segundo en la Tirreno y tercero en la Vuelta al País Vasco, será la baza de la escuadra naranja.

Samuel Sánchez (Euskaltel) es otro corredor que ha metido todas las fichas de la temporada en el Tour. El asturiano intentará subirse al podio. El año pasado, cuarto, se quedó a un paso. Luchará en el grupo de corredores del llamado grupo de favoritos, junto al británico Bradley Wiggins (Sky), ganador de la Dauphiné, donde resistió en la montaña, el australiano Evans (BMC), a sus 34 años empeñado en aguantar con los mejores. Esta temporada ha ganado la Tirreno Adriático y la Vuelta a Romandía.

La lista de nombres destacados incluye también al kazajo Alexandre Vinokurov (Astana), de 37 años, a los italianos Damiano Cunego (Lampre), de 30, quien perdió ante Leipheimer la Vuelta a Suiza en la contrarreloj final, e Ivan Basso (Liquigas), de 33, una incógnita en el actual curso.

El Tour está preparado para su lanzamiento desde el Paso del Gois, donde una carretera de 4,5 kilómetros une la isla de Noirmoutier con el continente, una calzada que se torna invisible cuando sube la marea.

Lo visible a dos días de la salida del Tour es que Alberto Contador centra las miradas y los comentarios. Tres semanas para demostrar su poderío en la carretera y una más para tratar de defender su inocencia ante el TAS. Un mes movido.