José Joaquín Rojas Gil participará en el Tour de Francia, que comienza este sábado, con un maillot con la bandera de España. Era una ilusión que tenía y que el domingo cumplió al proclamarse campeón nacional en Castellón, por delante de Alberto Contador. El otro anhelo que quiere cumplir próximamente es un triunfo de etapa en la ronda gala, aunque él matiza que no se trata de «un sueño», sino de «una realidad que está al alcance de mi mano», decía ayer el ciezano a LA OPINIÓN.

«Tengo claro que batir a Cavendish en un sprint es casi imposible, pero hay varias etapas que se adaptan a mis características, que terminan

en rampas duras y donde yo sé que tengo posibilidades», afirmaba el corredor del Movistar, quien sabe que esta temporada, ante la ausencia de un líder en su equipo, tendrá más oportunidades de brillar en el Tour. De hecho, en su libro de ruta ya está señalada en rojo la jornada inaugural: «La etapa del primer día acaba en un kilómetro y medio en subida», dice Rojas, quien también apunta que «durante la primera semana hay más jornadas de las mismas características. Me gustaría ganar uno de los primeros días para después, con los deberes hechos, tener más tranquilidad para volver a intentarlo».

El Movistar, sin Valverde ni Luis León Sánchez, acude al Tour sin un jefe de filas. Por ello, «no nos queda más remedio que luchar por los triunfos de etapa, por lo que el equipo trabajará mucho para intentar ganar una de esas llegadas», señalaba el ciezano, quien ayer tarde volvió a los entrenamientos en su pueblo antes de emprender mañana viaje hacia Passage du Gois, muy cerca de Nantes, de donde partirá la jornada inaugural. «Tendré el importante apoyo de Fran Ventoso, que me ofrece muchas garantías», añadía el ciezano, quien esta temporada lleva ya tres triunfos (Campeonato de España, además de etapas de la Challenge de Mallorca y Volta a Cataluña). Además, lleva un buen número de segundos y terceros puestos, que «para la gente puede saber a poco, pero que para mí son muy importantes, ya que en los grandes sprints, cuando quedan 300 metros para la meta, yo he hecho ya quince esfuerzos para llegar arriba, mientras que otros rivales, que cuentan con buenos lanzadores, sólo tienen que realizar uno», dice. En cualquier caso, espera que con la experiencia y el trabajo acumulado durante estos años «empiecen a salirme las cosas mejor y termine rematando más carreras», termina diciendo.