El césped de Nueva Condomina se convierte un año sí y otro también en un quebradero de cabeza. La que acaba de finalizar no ha sido menos. Durante varios meses, la imagen que ofreció fue una de las peores de su historia. Los problemas detectados desde la inauguración del estadio en 2006 –desnivel del terreno de juego y drenajes defectuosos– han puesto de manifiesto que el club tiene la necesidad de adoptar nuevas fórmulas. Y ya se ha puesto manos a la obra.

Después de realizar diversos estudios y de la experiencia acumulada, la empresa de mantenimiento, que seguirá siendo Madrileña de Riegos, dará una vuelta de tuerca para acortar los plazos al máximo.

No se levantará el césped, como se había especulado, pero sí habrá acciones para nivelar el terreno y mejorar los drenajes. Pero la actuación más importante que se llevará a cabo es un cambio en la metodología del cuidado. Hasta el momento, según explicó a esta redacción Víctor Alonso, gerente del Real Murcia, han convivido durante un largo período dos tipos de hierba en el césped, la conocida de verano, capaz de soportar altas temperaturas, y la de invierno, más preparada para el frío. Sin embargo, esta fórmula no ha arrojado los resultados deseados en los últimos años.

La climatología de la zona, con veranos duros e inviernos suaves, con cortos períodos de bajas temperaturas, ha llevado a los técnicos a adoptar una nueva estrategia: «Hemos comprobado que al convivir mucho tiempo la hierba de invierno y verano, una se comía a la otra, pero lo que vamos a hacer es acortar ese período, reduciéndolo notablemente», explicaba Víctor Alonso. ¿Se solucionará el problema definitivamente?, es la pregunta que se hacen, sobre todo, los responsables técnicos del equipo: «El cambio va a ser a mejor, según nos han informado los técnicos. Seguro que en dos partidos de la temporada próxima no tendremos el césped como queremos, pero la previsión es que el cambio mejorará notablemente la situación y que el período en el que tendremos un césped deficiente, será corto», añadió el gerente.

En octubre del pasado año, el Murcia, ante el lamentable estado del campo, acometió una resiembra. Posteriormente, ante el escaso efecto que tuvo, plantó otros 500 kilos de semilla con el objeto de minimizar el mal estado. Los resultados fueron positivos, aunque se tuvo que esperar hasta la primavera para que el terreno de juego presentara un estado más acorde a la categoría del estadio. De cualquier manera, las altas temperaturas y el paso de las jornadas hará que finalmente se resienta el terreno de juego, aunque la idea para este curso es que se note lo mínimo posible.