Miembros del cuerpo de la Guardia Civil de Caravaca comunicaban el jueves por la tarde a la directiva del Caravaca la sentencia de la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos, donde proponía una sanción de 3.001 € para el Caravaca CF, por los hechos acontecidos el pasado 1 de mayo en el campo de deportes de Totana, al finalizar el encuentro de la jornada 36, que enfrentaba al Caravaca contra el Real Murcia, y que terminó con un resultado de 2-1, lo que provocó que aficionados del equipo pimentonero saltaran al campo para celebrar el primer puesto en el Grupo IV de la División de bronce del fútbol español.

El colegiado del encuentro, Óscar Ruíz, escribía en el acta que «al finalizar el partido hubo una invasión del terreno de juego por parte de aproximadamente unas 150 personas con banderas y distintivos del Real Murcia, que celebraban pacíficamente el campeonato conseguido por su equipo, no produciéndose ningún incidente», tras dicha anotación la comisión ha decidido proponer sanción contra el club de la Vera Cruz, sanción que viene a poner la puntilla a una entidad que está al borde de la desaparición, con una deuda aproximada de 50.000 euros y varias denuncias por parte de los jugadores ante la AFE por impago de sus honorarios.

La entidad del noroeste murciano ha pasado un año con serias dificultades económicas debidas a la falta de masa, ya que el presidente de la entidad Andrés Marcos ha sido sorteando a lo largo de la temporada. Los jugadores ya mostraron su desacuerdo con la directiva realizando un plante en el partido que les enfrentó contra el Real Murcia en la nueva Condomina, el pasado 12 de diciembre. La directiva no se ha pronunciado sobre el futuro. Ante la imposibilidad de contactar con los hermanos Marcos, el director deportivo del Club, Pepe Murcia, manifestó que «el presidente estaba buscando financiación para poder pagar la deuda pendiente», aunque no aclaró nada sobre el futuro de la entidad.