Elena Rosell (Manises, 1986) tomará la alternativa en el Gran Premio de los Países Bajos en sustitución del lesionado Julián Simón. Será la única mujer entre los 38 pilotos de la parrilla de Moto2 y los 86 de las tres categorías. La valenciana, pionera en ganar una carrera del CEV en 2009, asume el reto y la oportunidad que le brinda el Mapfre Aspar sin complejos, con mucha ambición y toda la ilusión del mundo.

- ¿Tiene asumido ya su cambio de rol para el Mundial?

Estoy muy ilusionada y con ganas de que llegue el jueves, pues va a ser la primera vez que me suba a esta moto y que comparta la experiencia con el equipo Mapfre Aspar, al que agradezco la oportunidad que me han dado. Voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda.

- ¿No le impone ser la primera mujer española en el Mundial?

No. Impone ir al Mundial, no ya por ser chica, sino porque es otro nivel, con los mejores del mundo.

- En este deporte que permite competir a hombres y mujeres en la misma categoría, usted es la primera en mucho tiempo. ¿Teme que haya alguna reacción machista?

No sé. Es difícil de encajar porque tampoco han pasado muchas mujeres por el Mundial. Es raro. Pero tras dar yo este paso pueden venir muchas más, y cada vez se verá como algo más normal.

- Pero usted ha tenido muchas dificultades en el motociclismo precisamente por ser mujer.

Tampoco es que todos los años haya tenido dificultades. Sí, y no. Por ser mujer siempre estoy en el punto de mira, para bien y para mal. Si lo haces bien, destacas; y si lo haces mal, también. Quieras o no. Ahora los resultados ayudan, y voy progresando y avanzando bastante bien. Me queda mejorar un poquito, ese último segundo que es el que te hace estar arriba peleando por la victoria. Si no eres rápido, ya puedes ser chico o chica que no creo que apuesten por ti.

- ¿Cómo han encajado la noticia sus compañeros en el CEV?

Ha habido de todo. Estar en el Mundial es el sueño de cualquiera de ellos, y el premio gordo me ha tocado a mí. Hay muchos que se han alegrado, me han felicitado, y les doy las gracias, pero también habrá otros a los que habrá fastidiado un poco, pero bueno...

- ¿Y cómo espera que le reciban en el Mundial?

No lo sé. Supongo que es otro ambiente, pero al fin y al cabo son carreras, y hasta que no vaya no sé cómo será todo.

- ¿Ha podido dormir bien ya o la repercusión de la noticia se lo impide? En Montmeló fue uno de los principales focos de atención.

Sí. Desde que se confirmó todo pude dormir más tranquila. En el CEV tenía la cabeza en mil sitios pero encima de la moto estaba a lo que estaba. Eso sí, seguramente he hecho más entrevistas en un fin de semana que en toda mi carrera.

- Lo del CEV no va a tener nada que ver con la atención mediática en el Mundial, ¿sabe ya lo que le espera?

He aprendido a separarlo todo y a estar pendiente de cada cosa en su momento, es bueno para todos, porque los medios son los que nos hacen grandes a nosotros.

- ¿Le resultó difícil mantener la concentración en pista? No lo parece, pues acabó novena, cuando en Jerez hizo octava…

Si dijera que no, mentiría. Un poco, sí. No podía caerme por si en algún caso me hacía daño, y siempre iba con esa limitación de no arriesgar más de la cuenta. También tuvimos problemas con la puesta a punto, pero podía haber quedado mucho mejor.

- Va a ser pionera en Moto2 sin haberse subido nunca a una Moto2.

Siempre habría sido mejor haber llevado alguna antes y tendría ya sensaciones. Pero al llevar una de 1000 cc creo que me va a resultar más fácil. No tiene nada que ver en chasis y más cosas, pero el principal problema que tengo este año es con la entrega de potencia de mi moto, que es tan bruta que me cuesta muchísimo controlarlo. Con la 600 cc abría muy de golpe, pero con la 1000 cc es complicado.

- Pero ante la misma exigencia física que supone llevar una de 1000 cc y 170 caballos como la del CEV, es capaz de responder igual o mejor que muchos de sus compañeros.

Sí, pero yo este año he tenido que trabajar para ganar un poco más de fuerza, y lo malo es que a nosotras nos cuesta más desarrollarla. Un chico se pone en el gimnasio y en poco tiempo lo gana. En otras categorías no he tenido problemas para ir rápido, pero en Stock Extreme, al abrir gas se mueve muchísimo y hay que estar fuerte para aguantar el manillar.

- Dicen que correr en Assen, 'La Catedral', es cumplir el sueño de todo piloto.

Sí, siempre que he visto las carreras desde casa, Assen ha sido sobre todo para los pilotos españoles un circuito mítico. Lo sigue siendo… Debutar allí es la leche…

- ¿Cómo se imagina su debut?

Aún no me he planteado nada. Pienso en ir progresando en cada entrenamiento y luego ya veremos dónde estamos. Hasta que no me suba el jueves a la moto no puedo aventurar nada, así sin sensaciones.

- ¿Repetirá en Mugello?

Ojalá.

- Lo que haga en Assen y tal vez en Mugello puede abrirle muchas puertas, ¿no cree?

Posiblemente. Ojalá pueda dar el salto definitivo al Mundial, pero sé que aún me falta bastante para aprender.