´La llama del Ciudad sigue viva´, reza uno de los lemas de la incansable afición del Ciudad de Murcia. Una afición que ha visto renacer por segunda vez al club de sus amores, el mismo al que Quique Pina dio vida en un no tan lejano año 1999. Esta vez sin la ayuda de un mecenas –la primera refundación de la entidad tuvo lugar en 2007 de la mano de Evedasto Lifante–, los seguidores de la entidad rojinegra han conseguido algo que parecía un imposible. Primero fue Ciudad de Murcia, después Club Atlético Ciudad y, ahora, Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia.

El club nace del alma de sus aficionados. Son ellos y sólo ellos los que controlan y dirigen la institución, bajo la forma de gestión del accionariado popular. Una idea revolucionaria en España cuya filosofía es dar a los aficionados el poder total en el club, siendo partícipes en cualquier toma de decisiones. ¿Por qué? La respuesta es fácil: «No queríamos que un presidente como Pina te vendiera el club u otro como Eve te lo arruinase», cuenta Juan Ulises, vicepresidente de la directiva. Aún así, ningún accionista tiene más poder que el otro. ´Una acción, un voto´. Todo queda sometido a una votación puramente democrática. Por eso, la junta directiva carece de peso específico y tiene un carácter meramente formal. Cada aficionado puede ser dueño de una acción por el precio de 100 euros anuales durante cinco años.

En un deporte donde se impone el negocio, el nacimiento del CAP Ciudad se contrapone a este modelo puramente mercantil. Se trata de una vía revolucionaria, con una mezcla de idealismo y tintes románticos. El gran referente es el FC Manchester United. Un club amateur –juega en la séptima división inglesa– creado y gobernado desde 2005 por ex aficionados del Manchester United disconformes tras la compra de los ´Red Devils´ por parte del magnate Malcom Glazer.

La plantilla del ´nuevo´ Ciudad se ha estado gestando durante estos días. Hace una semana, el club abrió una especie de ´casting´ para buscar jugadores. Bajo el lema ´Pruébate en el Ciudad´, las previsiones de la entidad pronto se vieron desbordadas. El primer día acudieron 100 futbolistas. El segundo, 75. Pero sólo 15 fueron los escogidos. El pasado martes, estos elegidos disputaron un primer partido de entrenamiento contra otros jugadores que el club ya ha decidido que formarán parte de la plantilla. Fue, por así decirlo, la primera sesión oficial del nuevo Ciudad de Murcia, que estará dirigido por César Gálvez, ex portero profesional.

Los objetivos del club son claros: «Que el Ciudad exista», afirma Ulises. «Tenemos claro que no somos nadie en esto del fútbol. Por eso nuestro único objetivo era devolver al Ciudad a la vida. Ahora intentaremos dar conciencia al resto de aficiones de España de que otro tipo de fútbol es posible en España». Este es el tercer Ciudad de Murcia que ha existido en tan sólo 11 años de vida. A pesar de sus tres distintas denominaciones, el club mantiene lo más importante: su esencia, su afición. Pero el camino por recorrer es largo. El CAP Ciudad de Murcia comenzará su andadura, en principio, en Segunda Autonómica. Todo queda a expensas de los posibles cambios de última hora en la FFRM. Aún así, lo más difícil ya está hecho. Como se cuenta en un documental sobre el FC United: «Algunos verán en ellos –los aficionados– un simple intento de llamar la atención. Una forma de malgastar fuerzas luchando contra un imposible. Una pérdida de tiempo. Un empeño destinado al fracaso. Pero nadie podrá decirle a esta gente que no lo han intentado».