Yago Lamela, el mejor saltador español de todos los tiempos, abandonó ayer la unidad de psiquiatría del Hospital San Agustín de Avilés al encontrarse «mucho mejor» del «mal momento» que motivó su ingreso en el centro médico. «Me dio un bajón muy grande por la coincidencia en el tiempo de varias cosas negativas. Decaí bastante y perdí el ánimo de una forma preocupante, tanto que mis padres decidieron llevarme al hospital», ha comentado el subcampeón mundial de longitud y durante diez años plusmarquista europeo, con una marca de 8,56 metros, que permaneció internado en el hospital San Agustín desde el pasado día 4. «Los médicos me dijeron que no era grave, pero que era bueno que ingresara tres o cuatro días», añadió.

Yago tendrá que volver hoy al centro sanitario para hacer unas pruebas, pero aseguró que se encuentra «muy bien» y que confía en que le darán el alta médica. «Si no hay problemas, ya no tendré que volver», señaló.

El doble subcampeón mundial atendió a este periódico por teléfono relajado en su domicilio, desde donde agradeció el «enorme apoyo», los buenos deseos y las muestras de cariño que recibió durante estos días. «No tenía ni idea de lo que estaba pasando fuera. Allí estaba incomunicado, no tenía teléfono ni internet, así que cuando llegué a casa me conecté al Facebook para ver si tenía algún mensaje de los amigos y me encontré con montón de mensajes animándome. Todos aquellos ánimos me dieron una alegría inmensa. Lo agradecí mogollón, sobre todo, en estos momentos», señaló, para reflexionar a continuación: «Siempre se agradece el cariño de la gente, solo que cuando estas arriba y ganas competiciones se anima uno mismo, pero cuando estás más bajo y recibes ese cariño, pero más fuerte aún, es mucho. No me lo esperaba».

Lamela también tuvo palabras para agradecer el «increíble» trato que le han dispensado en la unidad de psiquiatría en la que ha permanecido internado durante estos cinco días.

La carrera deportiva de Yago Lamela (Avilés, 24 de julio de 1977) ha quedado marcada por épicas actuaciones, entre ellas, en los Mundiales en pista cubierta de Maebashi-99, donde sostuvo un vibrante duelo con el cubano Iván Pedroso, que sólo en el último salto, de 8,62 metros, le arrebató la medalla de oro.

Lamela, que había batido en Maebashi el récord de Europa en sala con 8,56, marca que posteriormente repitió al aire libre en Turín (Italia), se retiró hace dos años tras soportar varias lesiones que pusieron fin a su exitosa carrera, habiendo sido también subcampeón mundial al aire libre, en Sevilla en 1999. En 2009 cedió el récord europeo en sala al alemán Sebastien Bayer, que logró una marca de 8,71 metros.