El Murcia desaprovechó ayer otra ocasión magnífica para haber puesto más tierra de por medio respecto a sus perseguidores en la clasificación, ya que ninguno de los equipos que ocupan las posiciones de privilegio fue capaz de ganar, lo mismo que los granas. Los pupilos de Iñaki Alonso, siendo mejores en líneas generales que los andaluces y tras adelantarse en el primer tiempo gracias a un tanto del canterano Kike García, comprobaron en sus propias carnes la dolorosa experiencia de perder dos puntos en el tiempo añadido y dejar así escapar una oportunidad muy buena para haber acentuado un poco más las diferencias en la clasificación del Grupo IV de Segunda B.

Sevilla, Cádiz y San Roque también empataron y el Murcia parecía condenado a seguir aumentando las diferencias. Pero no fue así. Se sigue manteniendo el liderato, pero sin la holgura que podría existir. No es lo mismo tener al Sevilla Atlético a cuatro puntos que a seis. Cuanto más lejos esté, mucho mejor para los intereses murcianistas, que no deben tener otra meta por ahora que acabar la fase regular como primeros de grupo.

De cualquier forma, este equipo se empeña en poner de manifiesto jornada tras jornada que es capaz de hacer algunas cosas bastante bien, pero otras muy mal. Aunque el fútbol no se mueve por ninguna lógica, es verdad que al Murcia no se le tendría que haber escapado la victoria ante los jiennenses. Ahora mismo no es un problema por la buena marcha del equipo, es más bien una anécdota, pero en una eliminatoria a doble partido puede ser un auténtico drama. Por eso hay que hilar fino y mantener un nivel de intensidad muy alto que no invite a los rivales a crecerse, algo con lo que el Murcia está especulando demasiado en las últimas jornadas.

El resúmen global del encuentro de ayer fue que el Murcia, a pesar de tener mejores ocasiones que el rival y adelantarse en el marcador, no fue capaz de saber gestionar la ventaja. A este equipo le falta el ´plus´ necesario como para haberle hecho el segundo al Jaén y haberse puesto ya a pensar en la siguiente jornada, pero con una diferencia de dos goles como mínimo. De lo contrario puede pasar lo que pasó. Que los

visitantes, por poco que lo merecieran, empataron y dejaron a más de uno con malas pulgas en el banquillo murciano.

A los veinte minutos del encuentro, la falta de convicción por parte de ambos rivales era la nota predominante. El lateral Gago, el

centrocampista Richi y el delantero Kike fueron las principales novedades de Iñaki Alonso respecto al encuentro de la última jornada. Aquino se encargaba de una de las bandas y Albiol de la otra, pero no hubo mucha profundidad. No fue titular Pedro. El alicantino era hasta ayer el único jugador de la plantilla que había intervenido en todos los partidos del equipo, contando los de Copa del Rey. Llevaba un par de partidos sin dar la talla y el entrenador lo dejó ayer en el banquillo para utilizarlo como recambio en la segunda mitad.

A la media de hora, el Jaén ya se había envalentonado más de lo necesario. Teniendo delante a un Murcia que estaba siendo obligado a desgastarse en exceso para recuperar la pelota, los locales se fueron tímidamente arriba para seguir tanteando a los granas. Bueno pues cuando más se acercaban los locales, el líder se puso el mono de trabajo y el canterano Kike, tras un pase de Dani Aquino, inauguró el marcador con un disparo que tocó el palo de la portería defendida por Tejera. Gol psicológico de los que normalmente dejan ´tocados´ al rival para el segundo acto.

Pero en la reanudación el Murcia no tuvo la templanza necesaria como para apuntalar el partido. Tuvo algunas ocasiones aisladas. Chando estaba lento y así era difícil hacerle daño al rival. La circulación del balón sigue siendo lenta y este aspecto deja al descubierto las entrañas de los granas, por lo que los rivales parecen recibir instrucciones precisas de cúando es el mejor momento para apretar y hacerles daño. Suele pasar cuando se baja el nivel de intensidad, ya que de lo contrario es difícil encajar un tanto con el partido más que terminado.

Avisaron los locales con un lanzamiento de falta a diez minutos para la conclusión que dejó un suspiro considerable en el área defendida por Alberto Cifuentes después de que Rojas casi igualara la contienda. Pero sólo fue un presagio de lo que iba a suceder unos minutos después, concretamente cuando se habían superado tres minutos del añadido, cuando Pedro Pérez puso la igualada en el marcador para disgusto de los murcianos. Para ser primeros, sobra con lo exhibido hasta la fecha. Para ascender en dos partidos, hará falta un poco más de leña.