El CB Murcia comenzó la segunda vuelta estableciendo la mejor marca de victoria consecutivas como visitante en su historia después de tomarse la venganza de la derrota en la primera jornada de Liga con el Leche Río Breogán. Pero es cierto que el conjunto lucense parece tener tomada la medida al murciano, ya que los de Luis Guil sufrieron de lo lindo para remontar los hasta nueve puntos de desventaja que acumularon en el tercer cuarto, y sólo un último parcial demoledor, con hombres de banquillo como Morentin y Sergio Pérez uniéndose a un espectacular Faverani, permitieron la victoria final por 73-84.

Un triunfo que le mantiene a una victoria del líder, el Obradoiro, al que también le costó imponerse en casa al Girona. El pulso entre los dos equipos más potentes de la competición continúa, a la espera de conocer la fecha exacta en la que se medirán ambos equipos en la final de la Copa Príncipe. Una cita que conviene no perderse para seguir las evoluciones de esta batalla en la cumbre.

Pero el CB Murcia no pudo imponer su superioridad sobre el Breogán más que al final del encuentro. En el primer cuarto las fuerzas estaban más que igualadas. Faverani era prácticamente el único motor murciano, y tuvo que vérselas con un Feldeine que comenzó arrolador, empujado por la presión que imponía el público del Pazo lucense.

Una tónica que equilibrio que se mantendría hasta el descanso, aunque la mayor intensidad al rebote de los locales les permitía ganar una pequeña ventaja. Las segundas oportunidades tras rebote ofensivo daban el control moral del choque al Breogán, mientras que al CB Murcia le pesó el no poder igualar el nivel de intensidad en su defensa y el poco acierto en las jugadas preparadas para Umeh, Robles o Gray. Tras los primeros veinte minutos, el CB Murcia había empezado a verle las orejas al lobo.

Y el descontrol total llegó en el tercer cuarto, donde todo comenzó con un intercambio de golpes muy poco beneficioso para el bando visitante. Y todo porque en el rebote seguía mandando el equipo dirigido por José Rodríguez, con Brown y Arteaga anulando por completo al juego interior murciano en este sentido. El genial Eric Hayes, que hasta el momento se había dedicado a dirigir con buen criterio, se dejó notar y atacó constantemente la defensa murciana, convertida en una zona para asegurar la pintura. Entre él y Arteaga forjaron la mayor ventaja en el marcador para los locales (63-54). Un triple de Faverani, único sostén ofensivo con 12 puntos en este acto, palío el golpe al final y dejó el 63-57 en el marcador antes de afrontar el parcial definitivo.

Y en los diez minutos finales es donde el CB Murcia demostró por qué es uno de los grandes. Tiró de orgullo y empezó un partido nuevo de diez minutos, dejando atrás los muchos y graves errores de los treinta minutos anteriores. Barrió a su rival por la mayor longitud de su plantilla, encabezando al banquillo un Morentin ya acostumbrado a sacar de atolladeros a su equipo con triples decisivos. Influyó la eliminación por faltas de Brown y la consiguiente pérdida de poder reboteador y fuelle físico de los visitantes. Así, Umeh, Faverani y compañía no tardaron en rematar a un más que digno rival.