En el fragor de la batalla y con las pulsaciones a un ritmo alto por estar compitiendo, el canterano grana Kike García apenas se inmutó cuando recibió un fuerte codazo en la cabeza durante el transcurso del encuentro del pasado miércoles en La Manga ante el Hoffenheim alemán y en el que ambos conjuntos acabaron con empate a cero.

Al parecer, y según informó Juan José López, jefe de los servicios médicos del Murcia, en declaraciones a Onda Regional, el jugador llegó a sangrar por un oído y tras llegar ayer por la mañana al entrenamiento después de haber pasado una mala noche en la que los mareos y el malestar no le habían permitido descansar, los responsables del Murcia no dudaron ni un segundo antes de llevar al jugador a la Clínica La Vega de la capital para realizarle todo tipo de pruebas para salir de dudas y descartar que pudiera haber alguna lesión interna.

Según informaron a este diario fuentes del club grana, el resultado de las pruebas no desveló nada preocupante y todo se quedó en un fuerte traumatismo en la cabeza, aunque los servicios médicos decidieron que el canterano pasara la noche de ayer en las dependencias hospitalarias por una simple cuestión de prudencia. Lo normal es que Kike vuelva en cuestión de horas a su sitio, el terreno de juego.