Jesús Samper, máximo accionista del Real Murcia, ya lo dijo días antes de consumarse el desastre de Gerona en una entrevista concedida a este diario: en caso de producirse el ascenso a Segunda B el concurso de acreedores «no será el peor de los problemas». Y es que el club dispondrá de un año de margen para comenzar a hacer frente a la deuda contemplada en su suspensión de pagos a partir de que se cierre el acuerdo con los acreedores, que aún no está firmado.

Así, en el peor de los casos, la entidad no tendrá que comenzar el desembolso –que se repartirá en cinco ejercicios– hasta el segundo semestre de 2011, lo que le proporciona al principal propietario grana cuello suficiente para devolver al primer equipo al fútbol profesional.

Fuentes del Real Murcia indicaron a esta redacción que esperan que el convenio anticipado con los acreedores quede resuelto durante el próximo mes de septiembre, pues aún falta por resolver algún que otro incidente concursal, como la reclamación del ex futbolista Juan Manuel Valero ´Juanma´.

El club solicitó el concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil en enero de 2009, siéndole aceptado por la titular del mismo, María Dolores de las Heras, en febrero de ese año, para tratar de solucionar una deuda de 30 millones de euros que los responsables murcianistas consiguieron rebajar hasta los 24 gracias a las negociaciones con jugadores como Adolfo Rosinei o Fernando Baiano y con clubes como el Udinese italiano o el Celta de Vigo.

Sin embargo, la cifra volvió a incrementarse hace unos meses por la indemnización que habrá que satisfacer al grupo de clubes de la Liga de Fútbol Profesional denominado G-30, que reclama al Murcia 5 millones de euros por incumplir el acuerdo para la negociación colectiva de los derechos de televisión.

Las citadas fuentes aseguran que en la actualidad la deuda total de la entidad se eleva a 29 millones de euros, de los que 17 corresponden a deuda ordinaria, 5 a Hacienda –considerada como deuda privilegiada– y otros 7 al grupo de empresas de Jesús Samper.

De esta forma, y transcurrido un año de la firma del convenio, el Murcia comenzaría a pagar la deuda en cinco años de forma escalonada a razón del 10, 15, 20, 25 y 30 por ciento, respectivamente. Como los créditos contraídos con el grupo de empresas del máximo accionista no hay que satisfacerlos hasta transcurridos los citados cinco ejercicios, el primer desembolso, el correspondiente a la campaña 2011-2012, supondría un 10% de los 22 millones de euros, es decir, unos 2,2 millones.

El plan de viabilidad elaborado por el Murcia contempla que durante el período estimado para la devolución de la deuda, en la que, por iniciativa del propio Samper no ha existido quita, el primer equipo competirá en el fútbol profesional –al menos tres temporadas en Segunda y dos en Primera–, por lo que, para que continuara siendo válido, los granas tendrían que dar el salto de categoría la próxima temporada, 2010-1011, o de lo contrario tendría que intentar que la juez le permitiera variar el plan.