Los pesos pesados del Consejo de Administración del Real Murcia mantuvieron ayer una reunión en Madrid para iniciar la planificación de la temporada 10-11 en Segunda División B. Se esperaba que tras la misma se diera a conocer el nombre del secretario técnico y algunos de los cambios que tiene en mente llevar a cabo el máximo accionista, Jesús Samper. Pero al final sólo trascendió que se habían analizado las cuentas y que el madrileño iba a estudiar durante las próximas jornadas los números, quedando aplazada cualquier decisión a un Consejo de Administración que se celebrará el próximo miércoles 30 de junio, en Nueva Condomina a partir de las cinco de la tarde, donde sí que estarán presentes todos los consejeros, incluidos los tres murcianos. Por tanto, Samper estará la próxima semana en Murcia y puede que aproveche su viaje para mantener una reunión con el alcalde, con quien se ha mostrado dispuesto a sentarse, como ya adelantó a LA OPINIÓN, aunque sólo para dialogar y nunca para atender la petición de la primera autoridad municipal de que se vaya.

Samper estuvo acompañado en la reunión por el presidente, José Ángel Serantes, su hermano Juan Antonio, que es uno de los vicepresidentes, Romeo Cotorruelo y Santiago del Río, consejero delegado. Éste puso sobre la mesa los fríos números que dicen que el Real Murcia puede asumir muy pocos de los contratos que tiene firmados con los futbolistas, inviables en Segunda B, categoría en la que se reducen considerablemente los ingresos. Ahora es el máximo accionista quien va a dar los siguientes pasos. El abogado madrileño ya dijo que estaba pendiente de los cambios en el mercado laboral que va a introducir el Gobierno de Zapatero para tomar una decisión y saber qué pasos dar en adelante. Pero ahora la prioridad es llegar a un acuerdo amistoso con la mayoría de los jugadores para rescindir sus contratos, tarea encomendada a Del Río, con quien se están poniendo ya en contacto algunos componentes de la plantilla que tienen interés en salir de la entidad, sabedores de que sus fichas son inasumibles en la situación actual del club murciano