El presidente del CB Murcia, Luis Carabante, ha pasado de no ver ni un partido de baloncesto en su vida, a estar enganchado hasta con la final de la NBA. Desde que su hermano José Ramón, propietario del Grupo Hispania, dio el paso de hacerse con el control de la entidad, ha estado pendiente en todo momento de un club que acabó descendiendo a la Liga LEB. Sin embargo, la familia Carabante sigue al frente: "Lo más fácil hubiera sido tirar la toalla, pero ni se ha contemplado. Vamos a seguir luchando", afirma el máximo mandatario de una entidad que ha iniciado la planificación de la plantilla, que tendrá como único objetivo lograr el ascenso a la Liga ACB, con la contratación del ala pívot estadounidense Taylor Coopenrath, que llega del Melilla.

"Nunca ha entrado en nuestros planes marcharnos. Si fuera así, ¿para qué fichamos al entrenador el día después de terminar la temporada?", manifiesta Luis Carabante, quien quiere zanjar de esta forma cualquier rumor sobre la continuidad o no del grupo que lidera al frente el club. "Mucha gente pensaba que estábamos aquí para coger el dinero de las administraciones e irnos, pero no nos vamos a ir. Además, hemos pagado a todo el mundo porque una de nuestras prioridades es que el obrero cobre", añade el presidente.

Asegura que uno de los factores que han provocado que "ahora tengamos más ilusión que cuando entramos hace un año", es el comportamiento de la afición, "que en el último no se volvió en ningún momento contra el palco para criticarnos por el descenso. La gente ha entendido que hemos hecho todo lo posible, y por ello ahora iniciamos una planificación desde abajo para subir con fuerza, ya que el trabajo de despachos está muy bien hecho".

Carabante garantiza que "hemos aprendido la lección y vamos a aprovechar el tirón porque aquí, si morimos, morimos todos", concluye.