Rafa Nadal achacó su derrota en dos sets ante el sueco Robin Soderling en la liguilla del Masters a su "intranquilidad mental" y "falta de confianza" y aseguró que no se trataba de un problema de "nivel".

El jugador, que cayó en su debut en Londres ante el hombre que le eliminó de Roland Garros en octavos de final, no se mostró insatisfecho con su tenis pero reconoció que echó en falta "un poquito de tranquilidad" en los "momentos importantes".

Reconoció que empezó "mal" su pulso con el nórdico para luego lograr un "nivel correcto" excepto en los "momentos en los que no tenía que fallar".

"Me está faltando un poquito de tranquilidad y de confianza para superar esos momentos en los que hay tensión", señaló. "Me ha faltado un poco más de calma y, por lo demás, todo va junto, pero bueno, las cosas han venido así y hay que aceptar la situación y desde el trabajo se puede mejorar".

Aclaró, eso sí, que contra Soderling en ningún momento se sintió "inferior en la pista".

"Técnicamente no era para nada inferior, aunque sí en el momento de auto confianza y tranquilidad. Si hubiera estado con los momentos de tranquilidad normales, hubiera tenido opciones de ganar. ¿Hay que seguir mejorando? Sí, pero no es un problema de nivel", explicó el número dos.

El zurdo de Manacor recordó, una vez más, que la presente temporada había sido "un año difícil" para él, "muy bueno, pero también difícil y que ante esto, tenía que "aceptar la situación". "Me falta ese plus de tranquilidad y de confianza que se necesita para ganar esos partidos. Estoy jugando contra los mejores del mundo en una pista que no es sencilla", subrayó.

En cuanto a sus sensaciones al jugar con su verdugo en Roland Garros, insistió en que no cree en la "venganza" y que aquel encuentro en Francia no le "afectó para nada".

Previamente, en inglés, también había apuntado que no se veía "lejos" de su "mejor nivel" a falta de "más seguridad y más tranquilidad" y reiteraba algo que ya había dicho en ocasiones anteriores, que "las ocasiones no está aquí para ser número uno".

"Si queréis seguir hablando del número uno, lo haré pero no es el momento. Ni nivel de juego no es el adecuado para aspirar al número uno. Es el de alguien que tiene que seguir luchando. Creo que estoy trabajando bien y sigo tratando de mejorarla", afirmó.

El encuentro con la prensa terminó de forma peculiar, ya que al manacorense se le entregó una réplica del "guaje", el trofeo con forma de pera y hecho en plata pura que ganó en el 2005 en el Abierto Mexicano y que perdió en un taxi cuando iba camino del aeropuerto.

Ante este gesto, el balear bromeó: "Bueno, al menos voy a ganar un trofeo hoy".