No se asusten, lo del marcador de la derecha no es una broma ni una inocentada, porque de hecho ayer no fue 28 de diciembre, es la realidad sin más. Aunque parezca asombroso y pese a que la mayoría creían que nunca iba a llegar, el Real Murcia consiguió anoche, después de doce jornadas, la primera victoria de la temporada.

Un triunfo que vale doble, porque a los tres puntos sumados hay que añadir el supuesto fin de esa ansiedad que tanto se ha destacado desde dentro del club, pero que no despeja las dudas de jornadas pasadas. Los granas, al margen del 3-0, fueron durante muchos minutos un equipo sin estilo, sin identidad, que sólo se benefició de la fragilidad de un Real Unión que fue una bicoca en defensa.

El Real Murcia no necesitó nada del otro mundo para ganar, simplemente constancia, presión en el centro del campo y un buen partido de Capdevila, quien con su velocidad y trabajo dejó claro que está en mejores condiciones que Luque, y Natalio, quien se reivindicó como goleador con tres latigazos.

Hasta el primer gol del valenciano, que llegó en el minuto once tras un disparo que tocó en el palo para meterse en la red, el Murcia no había tenido el control del balón. Eran los visitantes los que dominaban el centro del campo, moviendo el esférico según sus intereses, pero sin ser capaces de poner en aprietos a la defensa y al meta local.

El error defensivo en el primer gol dio alas al Real Murcia que se vio con todo a favor y sin un rival infranqueable, como los que anteriormente habían visitado Nueva Condomina. Por ello, el conjunto grana no necesitó un fútbol espectacular, ni presencia de jugadores ofensivos, sólo mejoró en concentración y presionó más en busca del esférico. Esos robos en el centro del campo, unidos al trabajo de Capdevila en la banda, permitía al Murcia controlar el partido y llegar con facilidad arriba.

El que estuvo apagado fue Mario Rosas, quien volvió a encontrarse lejos del área visitante. Es curioso que durante los primeros minutos del choque el malagueño se viese más cerca de la portería defendida por Alberto que de la meta visitante.

No hubo que esperar demasiado para que Natalio consiguiese el segundo de la noche tras rematar de cabeza un centro chut de Capdevila. El gol sonó con más fuerza que nunca en Nueva Condomina, donde los más de once mil aficionados que se dieron cita en el estadio murcianista se flotaban los ojos para ver si lo que estaba pasando era un sueño o una realidad.

El Real Murcia, al que todavía le queda mucho para ofrecer un juego con el que competir en igualdad de condiciones junto a los equipos fuertes de la categoría, recuperó la pegada y con un tercer latigazo de Natalio, que volvió a contar con la colaboración de Capdevila, cerró el marcador y prácticamente el partido, dando tranquilidad a un equipo que pese a la ventaja nunca se mostró cómodo e incluso vio como el Real Unión intentaba desperezarse, aunque sus hombres de ataque no estuvieron acertados.

Un triunfo que da tranquilidad pero que deberá ser refrendado en próximos partidos, porque la imagen del Murcia de ayer, parecida a partidos anteriores, no fue muy esperanzadora.

El técnico deberá seguir trabajando para solucionar aspectos como el bajo estado de forma de Óscar Sánchez, que pide el banquillo a gritos, o hacer ver a Kike, cuya constancia es irreprochable, que todavía tiene que mejorar y crecer mucho para poder utilizar la famosa 'rulette' de Zidane como recurso para marcharse de los rivales.