Juan Ignacio Martínez, al igual que la plantilla, la afición y los responsables albinegros, vive en una nube. Pese a ello, el técnico albinegro se mostró cauto y evitó hablar de objetivos mayores, poniendo la calma después del gran triunfo logrado por su equipo frente al eterno rival, el Real Murcia.

"Estoy emocionado y encantado con el triunfo que hemos conseguido frente al Murcia, pero hay que ser realistas y respetuosos con los rivales. Lo que no podemos hacer es volvernos locos", señalaba un sereno Juan Ignacio, quien afirmó que ya estaba pensando en el partido del próximo fin de semana ante el Nástic de Tarragona.

"Teníamos un compromiso con las siete u ocho mil personas que se han desplazado para apoyarnos", indicaba el técnico alicantino, quien no quiso oir hablar de la palabra ascenso: "Estamos en la jornada 11 para hablar de ascenso. Llevo tres temporadas entrenando en Segunda y he visto muchos equipos que han empezado bien y que luego no han conseguido nada. Ojalá en marzo estemos hablando de esas cosas".

El entrenador albinegro también analizó el bajón de su equipo en la segunda parte y las opciones de las que dispuso el Murcia para engancharse al partido: "Si Aquino hubiese logrado el 2-3 a lo mejor se hubiese visto otro partido. Del encuentro se pueden hacer muchas lecturas, sobre todo porque nuestro inicio de la segunda parte no ha sido como el de la primera", indicaba Juan Ignacio, para añadir que "parece que todo ha sido de color de rosa, pero no ha sido así".

Por último, Juan Ignacio se mostró preocupado por las cinco bajas que va tener el equipo para afrontar la próxima jornada liguera.