Aunque se podía intuir que el derbi entre Murcia y Cartagena iba a ser muy desigual debido a que los granas están en puestos de descenso y los cartageneristas en lo más alto de la clasificación, lo que pasó finalmente es que se confirmaron los pronósticos. El Cartagena, con un juego rápido y directo, ahondó un poco más en la herida grana con una goleada de las que duelen, y que mantiene a los pupilos de José González como el único equipo de Segunda que no sabe lo que es ganar, además de encadenar su tercera derrota de forma consecutiva. Malos presagios y pocas esperanzas.

La verdad es que dos latigazos del Cartagena en los primeros cuatro minutos acabaron con la esperanzas de ver un derbi emocionante. Al final el control fue siempre de los visitantes. Los albinegros fueron letales en los últimos metros. No les hizo falta más.

Juan Elía, portero del Murcia que se está ganando a pulso cada partido regresar al banquillo, le 'regaló' a su amigo De Lucas el primer tanto con una salida más propia de Tercera División, vamos, de un aficionado. En el segundo gol, una asistencia del propio De Lucas a Víctor, quien dejó en evidencia a Mejía, sirvió para 'matar' el derbi. Ya no había más que rascar. El 0-2 era el resultado encajado por un equipo que saltó al campo sin hambre, sin garra, sin ambición y, lo que es más preocupante, sin alma.

Las diferencias entre ambos equipos son notables. El Cartagena tiene a un centrocampista llamado Longás que dirige y organiza el juego de su equipo, como debería de tener el Murcia. El problema es que desde Nueva Condomina no han sido capaces de conseguir un jugador que ni tan siquiera se le parezca. Los de Juan Ignacio dieron una lección de cómo con tres pases en Segunda División también se puede hacer un fútbol vistoso y atractivo. Los granas por su parte mezclan muchos nombres en sus alineaciones pero poca agresividad. Malos condimentos para hacer un buen equipo.

La superioridad del Cartagena era tan descarada que se esperaba el tercer tanto en la grada casi por pura inercia. El visitante Ander Lafuente, quien ayer se quitó el cartel de futbolista torpe y sin ideas, inició una bonita jugada con paredes incluidas y un pase final de tiralíneas para que Toché mandara el esférico al fondo de las redes. El delantero santomerano ya ha marcado en los tres últimos partidos de Liga. Los responsables del Murcia prefirieron a Chando y Natalio. Que cada uno saque sus conclusiones.

Lo peor fue la humillación que tuvieron que sufrir los aficionados del Murcia, quienes no tuvieron otra solución más que tragar saliva y morderse la lengua mientras los hinchas del Cartagena acompañaban con 'olés' los pases de su equipo.

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La debacle ante el Cartagena sólo es la punta del iceberg de un equipo que tienes muchos problemas, y además graves. El fútbol a veces es sólo pasión y saber lo que se está haciendo. Por este motivo no se corresponde que con la mitad de presupuesto, el Cartagena fuera capaz de arrollar sin contemplaciones a un Murcia apático y asustado delante de sus aficionados. Lo dicho, que peor no se pueden hacer las cosas.

En la reanudación siguió mandando el Cartagena, aunque los locales sólo pudieron sacar algo de casta para recortar distancias. Una internada de Pedro le sirvió a Isaac para reivindicarse con un nuevo gol.

Tras se expulsado Mariano Sánchez se vieron los peores minutos del Cartagena, aunque nunca llegó a peligrar el marcador. Después el colegiado expulsó a Sergio Fernández y volvieron a igualarse las fuerzas.

Hasta el final todo fue desolador. La gente abandonando Nueva Condomina y los ocho mil seguidores visitantes celebrando la victoria con sus jugadores. Que alguien pague para que su equipo haga el ridículo desespera a cualquiera, incluso a los más fieles.