El Real Madrid pasó de un partido sentenciado, 0-3 a los 64 minutos, a un sufrimiento inesperado en los últimos instantes, en los que dos goles del Atlético de Madrid amenazaron la victoria del conjunto blanco, salvada en el descuento con una parada de Iker Casillas frente al argentino 'Kun' Agüero.

Hasta ese momento no existió el equipo rojiblanco, doblegado con rotundidad por su rival, que se preparaba para vivir un partido cómodo hasta la aparición del delantero argentino, suplente de inicio y la revolución del juego del Atlético en un tramo final que acabó con el ganador habitual en los últimos derbis.

Hoy tampoco cambió en el derbi, que comenzó como siempre en los últimos cursos en el Vicente Calderón: con gol del Real Madrid. Hace dos años, Raúl González marcó nada más empezar; hace uno lo hizo el holandés Ruud Van Nistelrooy y hoy, al borde del quinto minuto, el brasileño Kaká cumplió con esa tradición desde el borde del área.

Un Atlético descentrado

Lo hizo sin oposición. El conjunto blanco acumuló varias ocasiones en la primera fase del partido. Hasta tres tiros a portería, de Lass Diarra, Pepe y Sergio Ramos, todos ellos muy inquietantes, contó antes del minuto 24, el momento en el que el brasileño Marcelo se sacó un gol de la nada, sin ángulo y por el palo del portero (0-2).

La sensación de que el partido estaba sentenciado en tan poco tiempo recorrió todo el estadio, por mucho que el Atlético intentara reconducir la situación, con muy mala pinta para sus intereses con más de una hora por jugarse, que Forlán enviara un remate al poste en una jugada aislada y que Simao pusiera un puñado de centros.

Macraron el francés Karim Benzema el tercero, evitado con reflejos por Sergio Asenjo, y el portugués Simao Sabrosa el 1-2, pero apareció Iker Casillas, casi siempre insuperable en los derbis, para apagar con una mano salvadora la primera esperanza de remontada de los rojiblancos antes del descanso.

El Kun revoluciona el partido

Ya era momento para la entrada de 'Kun' Agüero, en el campo tras el descanso. Así lo estimó Quique Sánchez Flores, que dejó en el banquillo a un futbolista que un partido de este tipo, a pesar de su sobrecarga, pedía su presencia sobre el terreno de juego desde el primer minuto, sobre todo después de sus dos goles al Chelsea.

La expulsión de Sergio Ramos con roja directa, al frenar una jugada de 'Kun' Agüero en dirección solitaria hacia Casillas, instantes después del 0-3, parecía una anécdota entre el dominio del Real Madrid hasta que en dos minutos, entre el 78 y el 80, con un gol de Forlán y otro del argentino el marcador pasó a un 2-3.

Nadie pensaba en un final así en un derbi que estuvo sentenciado, pero que llegó con una emoción inesperada a los últimos minutos, con un remate fallido de Simao, un intencionado disparo de Forlán, un gol anulado por fuera de juego al Atlético y una parada salvadora de Casillas al Kun, pero que no cambiaron el ganador habitual del derbi en los últimos cursos.