El Valencia, en dos minutos, dejó escapar un partido que se le había puesto muy de cara y cedió un empate que no sólo sabe a derrota, sino que le deja sin el liderato del grupo y le obligará a emplearse a fondo para clasificarse.

El equipo valenciano fue superior a su rival durante 75 minutos, en superioridad los últimos treinta, pero en dos acciones aisladas, la segunda muy protestada al estar Bruno caído, llegó un empate que supo a victoria al equipo local.

El Valencia no supo cerrar el partido y de la placidez del juego hasta el minuto 75 se pasó a un tramo final tenso y espeso, que benefició al Slavia, que tuvo enfrente un rival que pocas veces tendrá una oportunidad tan favorable para resolver un encuentro.

El primer periodo estuvo completamente controlado por el Valencia, que merodeó constantemente cerca del área del equipo checo, pero sin disponer de muy claras ocasiones de gol.

Prácticamente la primera opción clara llegó en la jugada del penalti cometido sobre Mata en el que el defensor local no fue amonestado a pesar de que la situación del jugador del Valencia era de clara opción de gol.

Con David Villa sancionado, fue Joaquín el encargado del lanzar y logró el 0-1 en un envío impecable y dos minutos después, le fue anulado un gol a Mata por un fuera de juego muy protestado por los valencianistas.

A partir de entonces, el encuentro no varió y el Valencia movió el balón cerca de la meta local y llegó al descanso con ventaja en el marcador sin que Moyà viviera situaciones de peligro con excepción de un disparo de Grajciar en el que se le escapó el balón, aunque lo recuperó de inmediato.

La clave del encuentro estuvo pudo haber estado en los primeros compases del segundo tiempo con el excepcional gol de Maduro, que puso el 0-2 en el marcador de un gran disparo y la inmediata expulsión de Senderik.

El delantero del Slavia había visto una amarilla con el primer periodo concluido por protestar y vio la segunda en la primera acción del segundo tiempo por una falta.

Con dos goles de ventaja y un jugador más, el Valencia afrontó lo que quedaba de partido con mucha confianza y supo mantener el control del juego, sin dar opción al rival a meterse en el partido.

El Valencia mantuvo la misma tónica de juego del primer periodo, ya que mantuvo su dominio territorial pero no fue capaz de crear claras ocasiones de gol ante la meta del equipo checo, hasta que Pablo y Baraja pudieron cerrar la cuenta.

Sin embargo, el partido cambio radicalmente en un par de minutos, los que necesitó el Slavia para igualar el encuentro, primero en un cabezazo de Janda y luego en un polémico gol de Grajciar.

A partir de ahí, el Valencia se desquició, se volcó con precipitación sobre la meta de un Slavia crecido y la expulsión de Baraja en tiempo de prolongación fue el reflejo de un equipo desquiciado tras haber disfrutado de uno de los partidos más cómodos de la temporada.

Ficha técnica:

2 - Slavia: Romanovs (Vaniak, m.28), Krajcik, Vomacka, Celutska, Hubasek, Grajciar (Smicer, m.86), Trapp, Suchy, Hlousek, Senkerik y Naumov (Janda, m.46).

2 - Valencia: Moyà, Bruno, David Navarro, Maduro, Mathieu (Del Horno, m.68), Marchena, Baraja, Joaquín, Silva (Pablo, m.58), Mata (Jordi Alba, m.64) y Zigic.

Goles: 0-1, m.22: Joaquín, de penalti. 0-2, m.47: Maduro. 1-2, m.79: Janda. 2-2, m.81: Grajciar.

Árbitro: Sven Oddman Moen (NOR). Amonestó por el Valencia a Pablo, Del Horno, Mathieu y por el Slavia a Trapp, Grajciar y Smicer. Expulsó por acumulación de amonestaciones al jugador local Senderik (m.48) y al visitante Baraja (m.90+).

Incidencias: partido disputado en el estadio Eden de Praga ante 18.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.