El Murcia no gana ni jugando bien ni jugando mal. Esta noche, en el choque de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, cayó derrotado ante el Deportivo de la Coruña por un solitario gol de Lopo después de llevar la iniciativa durante todo el encuentro. Pero ya da igual, las carencias ofensivas son muy graves y de nada vale todo el buen trabajo del equipo si en la parcela ofensiva no hay calidad contrastada. El Murcia tira ahora sólo de voluntad. No es suficiente. José Miguel Campos, el entrenador grana, tiene casi las horas contadas después de no conocer la victoria y sólo un milagro podría arreglar esta novela negra en un periodo corto de tiempo. En este deporte puede pasar de todo, pero la historia no pinta nada bien a estas alturas.

El conjunto grana inició el partido como todavía no ha sido capaz de hacerlo en ninguna de las nueves jornadas del campeonato liguero; mandando sobre el campo y adelantando ligeramente las líneas, algo de lo que el técnico Campos es poco amante, pero son las cosas que pasan cuando uno tiene la soga al cuello y el fantasma del despido sobrevolando por su cabeza. De hecho, en los cinco primeros minutos los locales Kike y Ochoa ya habían disfrutado de dos buenas ocasiones para marcar, más de las que normalmente tienen los granas en un partido de Liga.

También es cierto que sorprendió un poco la dejadez del Deportivo, que lejos de imponer el buen fútbol que está realizando en el inicio de campeonato, se limitó durante la primera media hora de juego a correr detrás del balón para perderlo a las primeras de cambio. Buena parte de culpa de la nulidad gallega la tuvo el hecho de que el Murcia dio un paso al frente. La línea defensiva jugó unos metros por delante de lo que acostumbra y facilitó la presión y los consiguientes robos de balón en el centro del campo.

Que los granas tienen poca pegada no es un secreto ni mucho menos, pero al estar el balón más tiempo en el campo del rival, algunos jugadores como Capdevila, Kike, Isaac y Aquino dejaron claro al entrenador que la única manera de plantar cara a los rivales es, como mínimo, teniendo la posesión de la pelota en lugar de rifarla en cada jugada con pases desde treinta metros. El choque llegó al descanso con un Murcia que, posiblemente, mereció algo más, pero que tampoco tuvo la templanza suficiente como para ser más incisivo en los momentos claves.

En la reanudación el encuentro siguió por los mismos derroteros, lo que sirvió para que jugadores como Isaac o Aquino reclamen más protagonismo en la Liga. Sobre todo el canterano, quien se mostró muy en forma desbordando por ambas bandas y generando mucho peligro en las acciones a balón parado.

Aunque se esperaba cierta reacción del Deportivo, lo cierto es que nunca llegó. Los pupilos de Miguel Ángel Lotina renunciaron por completo al control del partido, posiblemente porque tienen claro que el choque de vuelta en Riazor será muy diferente. Mientras los granas seguían a lo suyo. Con sus muchas carencias y sus pocas virtudes, pero exprimiéndolas al máximo. Muchos aficionados pensaban ya que ver cuatro pases seguidos y con criterio en Nueva Condomina era poco menos que imposible. Pues esta noche se vieron. Pocos, es cierto, pero más de los habituales. Bruno ofreció su mejor versión junto a Pereyra, muy atento en los cortes, y la fluidez del equipo local hizo creer a más de uno que este equipo puede ofrecer más de lo visto hasta la fecha.

Pero a pesar de ser superior al rival, la verdadera superioridad es la que indica siempre el marcador. En un saque de esquina a falta de doce minutos para el final, el visitante Lopo fusiló de cabeza las redes de Alberto para ponerle las cosas más difíciles al Murcia y a su técnico, quien todo lo que no sea ganar a pesar de la buena imagen son problemas debido a la pobre trayectoria del equipo con ninguna victoria en su casillero.

Y es que a pesar del dominio del Murcia, lo cierto y la única verdad es que salvo los dos primeros 'chispazos' nada más iniciarse el encuentro, los granas no llevaron peligro serio a la meta defendida por Manu. Se trabajó mejor que de costumbre, hubo más ambición por parte de algunos de los jugadores llamados a dirigir al equipo, se dieron pases con cierto criterio, pero ¿qué es el fútbol sin goles?, nada de nada.

La rabia de Campos debe de ser doble y el enfado consigo mismo también. Si hubiera llegado al equipo algún delantero de verdad en verano otro gallo cantaría. Al técnico sólo le queda rezar para que el sábado en Albacete consiga la primera victoria, de lo contrario pondrá fin a su etapa como técnico grana casi con toda seguridad. La situación es insostenible.

Ficha técnica.

0 - Real Murcia: Alberto, De Coz, Ochoa, Sergio Fernández, Sergio Escudero; Isaac (Albión, m.77), Bruno, Pereyra, Capdevila; Kike (Chando, m.68) y Aquino (Pedro, m.73).

1 - Deportivo de La Coruña: Manu, Laure, Piscu, Lopo, Angulo; Alvarez, Sergio (Antonio Tomás, m.80), Juan Rodríguez, Iván Pérez; Bodipo (Lassad, m.58) y Mista (Adrián, m.68)

Gol: 0-1. M. 77, Lopo

Arbitro: Rubinos Pérez, del colegio madrileño. Amonestó a De Coz y Sergio Fernandez.

Incidencias: Partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Nueva Condomina, ante 6.533 espectadores.