José Miguel Campos, entrenador del Real Murcia, comienza a preparar hoy el encuentro de mañana correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey con la soga al cuello. El choque de mañana ante el Deportivo de la Coruña en Nueva Condomina será su verdadera prueba de fuego, ya que otro mal partido podría propiciar que no se siente en el banquillo del cuadro murcianista el próximo sábado contra el Albacete.

Los acontecimientos se han desarrollado a un ritmo vertiginoso en Nueva Condomina desde que Jesús Samper, el propietario del club, cargara el pasado sábado contra el entrenador, cuerpo técnico y jugadores tras la derrota ante el Recreativo de Huelva, que deja a los granas en puestos de descenso a Segunda B con siete empates y dos derrotas en su casillero.

El equipo murciano no ha sido capaz de ganar ni un partido tras haberse disputado ya ocho jornadas del campeonato en Segunda División y, jornada tras jornada, el equipo ha comenzado a generar más dudas. Hasta el punto que Samper estalló tras el pitido final en la derrota ante el Recre y, algo poco habitual en el abogado madrileño, criticó con contundencia toda la estructura deportiva del club, además de la actitud de los jugadores.

Al parecer, el técnico Campos va a dirigir al equipo en el encuentro de mañana contra el Deportivo de la Coruña, partido que no se presenta nada sencillo, ya que los deportivistas tienen en la Copa del Rey una de las pocas oportunidades de intentar lograr algún título esta temporada. Dependiendo del resultado y de la imagen que ofrezca el Murcia mañana tarde, así se decidirá de forma inminente el futuro de José Miguel Campos.

Desde las altas esferas de Nueva Condomina nadie se atreve a ponerle fecha de caducidad al preparador mazarronero, aunque ya han salido a la luz pública algunos nombres de técnicos que se postulan como posibles sustitutos de Campos.

Las dudas y el enfado de Samper radican, más que en tomar la determinación de cambiar de técnico, en asumir que la planificación deportiva que este año han llevado a cabo directamente los técnicos de la casa con Campos a la cabeza ha resultado un desastre a estas alturas. Si Samper, después de ver la mayoría de los encuentros del Murcia, se ha dado cuenta de que la plantilla está descompensada y que no tiene una solución fácil a corto plazo, es posible que se lo piense dos veces antes de 'cargarse' al entrenador debido a que pondría en entredicho el trabajo que toda la estructura deportiva del Murcia realizó el pasado verano y que no ha dado los frutos esperados.