Xiang, una de las grandes estrellas del atletismo mundial y principal referente del atletismo chino para los Juegos Olímpicos de Pekín, tuvo que subir de nuevo al cajón, quince minutos después de la primera ceremonia, para recibir de nuevo la presea de oro, pero en esta ocasión con el correcto himno nacional de su país.

Junto al velocista asiático vivieron también esta anécdota, sus compañeros en el podio, el norteamericano Allen Johnson y el letón Evgeniy Borisov.