"Hace falta advertir a los amantes del ciclismo: aceptar las demandas de ASO significa transformar el ciclismo profesional en una liga regida por una organización dominante y no por un organismo que representa el interés colectivo", escribe McQuaid

McQuaid publica su artículo dos días antes de la salida de la carrera París-Niza, que organiza ASO fuera de las reglas de la UCI y bajo el amparo de la Federación Francesa de Ciclismo (FFC).

La invitación selectiva de equipos de ASO, que también organiza el Tour de Francia, añadió todavía más discordia al largo enfrentamiento que esta empresa que mantiene con la UCI.

"ASO rechaza la inscripción de la París-Niza en un calendario determinado tras un proceso democrático. (ASO) Desea colocar sus pruebas fuera de los reglamentos para determinar ella misma, a través de contratos con los equipos, las reglas a las que estarán sometidas", agregó el presidente de la UCI.

El presidente de la UCI denuncia el "chantaje" de ASO al utilizar el Tour de Francia para que los equipos se sientan obligados de participar en la París-Niza, para que no arriesgarse a que sean excluidos de la gran ronda gala.

Se pregunta si "un país puede esquivar las reglas internacionales para favorecer a los que estima son los intereses nacionales que, por otro lado, no están en absoluto manipulados por un actor comercial".

"¿Puede un responsable político convertirse en cómplice de un organizador privado que desea franquear el marco federativo elaborado pacientemente? Vale la pena preguntárselo", termina McQuaid.