Agentes de la Guardia Urbana dieron el alto a un coche de gran cilindrada, en un control preventivo en el cruce de Diputació con Rocafort, y el piloto era Deco. El futbolista trató de eludirlo y se ofreció a tomar un taxi si le exoneraban del control, pero tuvo que someterse a la prueba y presentó una tasa de 0,36 mg/l, superior a la permitida (0,25).

Tras el control, los agentes impidieron al jugador seguir conduciendo, por lo que un amigo tuvo que hacerse cargo del coche, según la citada información. Fuentes del Barcelona consultadas por Europa Press confirmaron el incidente, aunque no se pronunciaron acerca de la postura del club en este caso, por considerar que es una cuestión de ámbito interno.

El altercado no se produjo en vísperas de partido, sino la noche siguiente al encuentro ante el Sevilla (0-0) en el Camp Nou que supuso la reaparición de Deco después de dos semanas de baja y el pase del Barça a los cuartos de final de la Copa del Rey; y tres días antes del siguiente partido del equipo azulgrana, ante el Racing en el Camp Nou (1-0).

Precisamente esa semana, Deco había sido dado de alta por los médicos del Barcelona de una lesión muscular por la que había estado dos semanas de baja y reapareció durante la segunda parte del partido ante el Sevilla, jugando los 25 últimos minutos del encuentro. El internacional portugués volvió a la titularidad en el siguiente partido ante el Racing.