"Hace ya unos días, coincidiendo con el partido Barça-Real Madrid, me dieron el alta para pasar las navidades más tranquilo.

Cada día que pasa me encuentro mejor, cogiendo muchas fuerzas. Es cuestión de acabar de pulir algunas pequeñas molestias y alguna prueba que me tengo que hacer pero intento hacer vida normal y en cuanto a alimentación no me puedo quejar", contó el ex futbolista.

Amor recordó las lesiones que se produjo en el accidente: "me tuvieron que operar por la hemorragia abdominal. Tuve una 'fracturita' en el pubis y un hematoma pulmonar, que eso sí lo tengo que controlar y vigilar un poco, pero son cosas que por sí solas tienen que ponerse bien".

El ex azulgrana confesó que aún no se ha podido poner a los mandos de un vehículo. "Salgo en coche, pero de acompañante. Todavía me da un poco de 'aquello'. Por lo demás, todo está bien. Como muy bien, estoy contento, descansando y durmiendo muy bien. No me puedo quejar, podía haber sido mucho peor", precisó.

A Amor le parece exagerado pensar que ha vuelto a nacer tras el accidente, pero puntualizó: "lo que sí es cierto es que analizo la situación y me ha pasado algo que creía que no me iba a pasar nunca: dormirme en el coche. Creo que le pasa a mucha gente y hay un gran porcentaje de accidentes que ocurren por eso, y te preguntas...¿por qué me dormí?, ¿por qué me ha pasado...?".

"Vivimos en un mundo que vamos a mil por hora, el ritmo que llevamos en las grandes ciudades, siempre deprisa...A veces hay que tener tranquilidad y calma. Estos sustos nunca vienen bien, pero te hacen recapacitar y sabes que si llegas un poquito tarde no pasa nada y si te quedas dormido paras y no pasa nada", comentó.

Amor recordó como fueron los primeros momentos después del accidente: "Ismael y Edmon fueron los primeros a los que vi. Pasaban en una moto, vieron una polvareda y se acercaron. Tienen diecisiete años y esos chicos estuvieron intentando reanimarme, romper el cristal con una piedra para ver si podía salir, intentaron que no me quedara inconsciente, animarme...Me acuerdo de hablar con ellos y luego llamaron a todos los servicios de emergencia para que viniesen a echar una mano. Tardaron unos veinte minutos o media hora".

Además recordó la visita de Johan Cruyff: "No estaba consciente pero me dijeron que vino al hospital, a Tortosa. Es de agradecer.

Fue mi entrenador durante ocho años en una época buenísima en el Barcelona. Que esté pendiente, se preocupe y se trasladase hasta allí se agradece mucho".