A través de un comunicado oficial que fue puesto en la página del internet del corredor y en una posterior teleconferencia, Landis rechaza los resultados de los pruebas que el laboratorio francés de Chatenay-Malabry hicieron con varias muestras de orina que depositó en el pasado Tour de Francia.

Las mismas han vuelto a dar positivo de testosterona sintética, una sustancia prohibida, lo que confirmaría que había existido dopaje durante su participación en la carrera ciclista que ganó.

Según el rotativo deportivo francés "L´Equipe", los análisis muestran "claramente" y "en varias ocasiones" que había testosterona sintética, es decir, de origen exógeno, en esas muestras.

Landis no sólo rechaza por completo los nuevos resultados, sino que además acusa a la USDA de no haber permitido que Paul Scott, un especialista que representa al corredor, hubiera podido estar presente el pasado domingo durante la realización de las pruebas.

"Tanto la USDA como el laboratorio francés han trabajado en coordinación para ofrecer de forma deliberada unos resultados falsos", declaró Landis a través de un comunicado oficial. "Es otra muestra más de las acciones maliciosas en mi contra".

Según Landis, la USDA ha actuado de forma premeditada para negarle el derecho que tiene a exponer sus punto de vista y defender sus derechos.

"No ha habido un comportamiento justo y limpio a la hora de escuchar y tratar mi caso", explicó Landis también a través de un comunicado en su página de internet, en el que también se pregunta cómo puede demostrar su inocencia si la USDA ha creado el ambiente propicio para romper con sus propias reglas.

El corredor estadounidense reiteró que estaba "enfurecido" con el comportamiento de la USDA y de los laboratorios franceses que han sido los encargados de realizar las nuevas pruebas.

"Juntos han convertido este proceso en un ataque a gran escala contra mis derechos civiles, han hecho una burla de la justicia", subrayó Landis, que dio positivo de altos niveles de testosterona sintética después de haber ganado la decimoséptima etapa del pasado Tour de Francia.

El ciclista norteamericano aseguró que la testosterona era de origen endógeno y negó haber consumido ningún producto prohibido.

Para determinarlo, la USDA ordenó volver a analizar el resto de las muestras de orina que, aunque no habían mostrado una tasa anormalmente elevada de testosterona, podían ayudar a dilucidar si ésta era de origen exógeno.

Según "L´Equipe", la revelación de restos de testosterona sintética en los nuevos análisis del laboratorio francés echan por tierra la estrategia de defensa de Landis, que debe comparecer el próximo día 14 ante la USDA y que se enfrenta a una suspensión de dos años.

Además, en el caso de ser considerado culpable de dopaje, Landis sería desposeído de su título de ganador del pasado Tour de Francia para convertirse en el primer ciclista al que se lo quitan en los 104 años de historia de la carrera.

El título y el maillot amarillo pasaría a ser del español Oscar Pereiro, segundo en el podium de los Campos Elíseos de París.

Antes de que "L´Equipe" revelara el contenido de los análisis, el abogado del ciclista, Paul Scott, se quejó de que no le permitieran asistir a los mismos, algo que enturbia, según él, la integridad de todo el proceso.

"Nunca he visto algo como lo que experimenté ayer. La limitación que se nos impuso demuestra la falta de objetividad del proceso y el interés de la USDA por controlarlo", afirmó Scott en un comunicado.

Ante esta situación, Scott aseguró que los resultados de Chatenay-Malabry son "científicamente no válidos".

Por su parte Travis Tygart, consejero general de la USDA, dijo que las reglas de la agencia no le permiten hacer ningún tipo de comentarios mientras un caso esté todavía abierto y pendiente.

El presidente de la agencia antidopaje francesa, Pierre Bordry, confirmó que Scott no tuvo acceso a presenciar las pruebas del pasado fin de semana porque estaba estipulado que para hacerlo debería acudir acompañado de dos expertos de la USDA y estos no se presentaron.

El abogado de Landis, Maurice Shuh, reiteró que sólo una parte ha tenido la libertad para que sus expertos hiciesen el trabajo, mientras que no ha ocurrido lo mismo con los que representan a su cliente y que han sido excluidos por la USDA.