La alineación de un solo medio centro, el uruguayo Pablo García, en detrimento del doble pivote característico de la era Fernando Vázquez, permitió al cuadro vigués adquirir un perfil más incisivo con la presencia de un media punta, el también charrúa Fabián Canobbio, y dos atacantes, los brasileños Nené y Fernando Baiano.

Un cambio que no pasó desapercibido para la grada de Balaídos, que nunca comulgó con el estilo más conservador de Fernando Vázquez, que salvo en contadas ocasiones siempre apostó de inicio por afrontar los encuentros con tan sólo un delantero.

Como tampoco pasó desapercibido para los aficionados celestes, que ayer acudieron en mayor número que durante el resto de la temporada, la mentalidad ofensiva que inspiraron los cambios efectuados por Hristo Stoichkov durante el encuentro con el Deportivo de La Coruña.

Precisamente, las sustituciones fueron uno de los principales motivos de disputa entre Fernando Vázquez y el público de Balaídos, que nunca vio con buenos ojos la tendencia del preparador de Castrofeito de tratar de amarrar los resultados, llenando el campo de defensas y centrocampistas.

Todo lo contrario de lo ocurrido el domingo ante el Deportivo, ya que pese a que el búlgaro agotó los tres cambios disponibles, el Celta concluyó el choque con el mismo dibujo -4-1-3-2- con el que arrancó la contienda.

Así la salida a los sesenta y tres minutos, tan sólo dos más tarde de que Fernando Baiano firmara el 1-0 para los celestes, Iriney Santos no fue para poblar la medular de medio centros, ya que el sustituido fue el uruguayo Pablo García, un futbolista, a priori, de corte más aguerrido que el brasileño.

Circunstancia que se repitió seis minutos más tarde, en el sesenta y nueve, con la entrada del delantero francés Habib Bamogo en sustitución del interior argentino Gustavo López, que dejó su plaza en la banda izquierda a todo un especialista como es Nené, segundo máximo goleador de los gallegos con ocho tantos.

Incluso el tercer cambio de Hristo Stoichkov que relevó al interior diestro Antonio Núñez por el canario Jorge Larena tampoco varió el esquema inicial de los celestes, con tres volantes y dos delanteros.

No obstante, el preparador búlgaro ya dejó claro tras la contienda que su máxima preocupación no son ni los dibujos teóricos, ni la pizarra, sino exprimir al máximo la calidad y el talento de sus jugadores.

"Yo no he cambiado el sistema, ni he hecho absolutamente nada.

Han sido los jugadores los que lo han hecho absolutamente todo. Me quedo con la entrega y la lucha que han puesto durante los noventa minutos", señalo Stoichkov.

El retorno, tras cumplir un encuentro de suspensión, del internacional español Borja Oubiña para el próximo choque con el Zaragoza podría cambiar este dibujo, pero juegue con un medio centro o dos, un enganche o dos delanteros, Stoichkov ya tiene asegurado el apoyo de una afición que vuelve a confiar en su equipo con la llegada del búlgaro.

Confianza, que parece más un acto de fe en el nuevo técnico celeste que ayer fue anunciado por la megafonía de Balaídos como "Hristo de la Victoria Stoichkov", en un juego de palabras con el santo patrón de la localidad gallega.