Con esta afirmación Cahe aclaró el motivo por el cual Maradona decidió echarlo, que se suma al disgusto que le provocó su ingreso al centro asistencial, manifestado por éste cuando se despertó por primera vez en su lecho, después de varias horas de permanecer sedado.

"Me preguntó dónde estaba y me insultó", dijo Cahe el 29 de marzo, un día después de que Maradona fue alojado en la planta 13 de la clínica con una "descompensación" que resultó ser una hepatitis tóxica aguda provocada por el consumo de alcohol.

En los días siguientes, Maradona insistió en que lo dejaran salir porque no aguantaba más encerrado en ese lugar.

Según su médico personal, que en algún momento culpó al entorno del ex jugador (del que excluyó a sus familiares) por los desarreglos que volvieron a poner en riesgo su vida, "todavía faltaban abordarse algunos aspectos de un esquema psicoterapéutico" para que le dieran el alta.

El director médico de la clínica, Héctor Pezzella, el mismo que a comienzos de la semana aseguró que Maradona "se cree un Dios" y que atribuyó a ello buena parte de los males que padece, dijo horas después de su salida del centro asistencial que se trataba únicamente de "un alta hospitalario".

Añadió que el paciente "sólo" había superado "el cuadro agudo" por el cual fue ingresado y dijo que su recuperación dependerá de su "discernimiento" fuera de un hospital.

"Maradona debe mantener un régimen higiénico dietético a los efectos de no tener ningún tipo de recaída. Se le han explicado todas las pautas, se habló de la patología que tuvo, la importancia y la severidad del cuadro y las precauciones que debe tener", comentó.

"El paciente está con un tratamiento de tipo medicamentoso y él puede hacer lo que tenga voluntad de hacer, si es que se siente con voluntad y con ganas", indicó Pezzella, situación que preocupa a Cahe.

Maradona llamó a una cadena de televisión el miércoles para anunciar que el domingo irá al estadio "La Bombonera" a ver el partido Boca-River y a alentar a los jugadores boquenses "con suero, con una ambulancia o como sea".

"No estoy de acuerdo con que vaya al estadio", dijo hoy Cahe, en coincidencia con numerosos especialistas consultados por los medios argentinos de comunicación, que opinaron que los riesgos del paciente se potencian fuera de un hospital.

"Me tengo que cuidar, porque de lo contrario el perjudicado seré yo", comentó Maradona en la televisión.

Frases parecidas dijo en circunstancias anteriores similares a ésta, cuando por excesos de todo tipo su corazón redujo su funcionamiento a un 40 por ciento de su capacidad, cuando tuvo que ser asistido por un respirador artificial y cuando pasó los 120 kilos de peso.