El delantero de 41 años, que según sus propias cuentas ha marcado 999 goles en su carrera, ha admitido que su mayor sueño es llegar al milésimo gol en el Maracaná, el legendario estadio en el que Pelé consiguió su gol mil el 19 de noviembre de 1969.

Los administradores del estadio y los dirigentes del Vasco da Gama llegaron a preparar en los dos últimos domingos una fiesta para conmemorar la posible hazaña del jugador que fue considerado como el mejor del mundo en la Copa de EEUU´94, de la que fue campeón como estrella de la selección brasileña.

Pero Romario tan sólo logró un gol en la victoria por 3-0 del Vasco sobre el Flamengo hace una semana y pasó en blanco en el partido en que su club fue derrotado 2-0 por el Botafogo el pasado domingo.

Tras la derrota ante el Botafogo, un Romario cabizbajo llegó a admitir que tendría que abandonar su idea de conseguir el milésimo gol en el Maracaná y que lo conmemoraría en cualquier otro estadio, y se dijo urgido para ponerle fin a algo que ya le angustia.

Inicialmente estaba programado que el Vasco se mediría al Gama en el estadio Sao Januario de Río de Janeiro por la Copa de Brasil, pero una maniobra de los dirigentes del club consiguió transferir el partido para el Maracaná.

Según el presidente del Vasco da Gama, Eurico Miranda, como la policía advirtió de que no tendría posibilidades de garantizar la seguridad en un Sao Januario que seguramente se llenaría de hinchas de Romario deseosos de conmemorar su milésimo gol, pidió una autorización especial para trasladar el partido al Maracaná.

"La policía consideró que lo mejor era llevar el partido para el Maracaná por razones de seguridad", afirmó Miranda.

Sin embargo, como el otrora considerado mayor estadio del mundo ya estaba reservado para el partido de mañana entre el Fluminense y el América igualmente por la Copa de Brasil, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) autorizó abrir el estadio para los dos partidos uno después del otro.

El Fluminense aceptó compartir el estadio y anticipar su partido para las 19.30 hora local (22.30 GMT), por lo que el Vasco programó el suyo para las 21.45 hora local (0.45 del jueves).

La inusitada y sospechosa autorización de la Confederación animó a los amigos y familiares de Romario, que desde la semana pasada tienen programada una fiesta en una discoteca de Río de Janeiro para conmemorar el milésimo gol el mismo día en que el delantero lo marque.

Las 600 invitaciones para la fiesta ya fueron distribuidas y, por coincidencia, prevén una conmemoración con barra libre en el predio número 999 de la avenida Armando Lombardi.

Con el cambio de escenario, al partido del miércoles podrán volver a asistir los 64.000 hinchas que llenaron el Maracaná el pasado domingo y que salieron frustrados con la derrota del Vasco.

Otra de las razones que motivaron el cambio de estadio fue la supuesta incapacidad del Sao Januario para permitir la presencia de los cerca de 500 periodistas, cámaras y fotógrafos que asistieron al Maracaná el pasado domingo para registrar la posible hazaña de Romario.

La comisión arbitral volvió a aclarar que, por tratarse de un caso excepcional, el árbitro del partido de mañana entre el Vasco da Gama y el Gama podrá interrumpir temporalmente el compromiso en caso de que Romario logre su milésimo gol.

De esa forma el delantero podrá conceder unas breves declaraciones a la prensa, tal como hace 27 años lo hizo Pelé al dedicar su gol número mil a los niños con carencias, y recibir las medallas conmemorativas ofrecidas por la Confederación Brasileña, la administración del Maracaná y el club Vasco da Gama.

Entre los objetos que Romario podrá recibir en caso de que logre su hazaña figura una camiseta de la selección brasileña con el número 1.000 y que tiene estampados los autógrafos de los jugadores convocados para los amistosos disputados el mes pasado por el equipo canarinho.