El acto de entrega, por parte de las autoridades griegas, de la "llama olímpica", que fue encendida hace dos domingos en Olimpia, ha tenido lugar a primeras horas de la tarde de este martes en Atenas, donde ha sido entregada por el presidente del Comité Olímpico de Grecia, Minos Kiriakou, al presidente del TOROC, Valentino Castellani.

La ceremonia ha tenido lugar en el estadio Panathinaikon, de Atenas, sede de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, y se ha abierto con el ingreso a dicho estadio del último portador griego de la antorcha, la campeona de los 400 metros en Atenas´04, Fanny Halksia, quien ha encendido el trípode donde estaba instalada la llama.

El recipiente con el "fuego olímpico" descansará esta noche en la embajada de Italia en Atenas, para desplazarse mañana, miércoles, hacía Roma a bordo de un avión "C130" de la aeronáutica militar italiana. Ahí, será recibido con todos los honores en el aeropuerto romano de Ciampino por una banda musical y diversas personalidades políticas y deportivas.

A continuación será trasladada al Palacio del Quirinale, residencia del presidente de la República y quien, al día siguiente, encenderá la primera antorcha olímpica, que cuenta con el diseño de Pininfarina.

El presidente de la República entregará la antorcha al maratoniano Stefano Baldini, ganador de la medalla de oro en Atenas´04, quien será el primero de los 10.001 relevistas.

A partir de ese día, se iniciará un recorrido por Italia, incluida la Ciudad del Vaticano, donde el papa Juan Pablo II la bendecirá y será transportada en ese recorrido por la guardia suiza, y San Marino.

Pasará por 140 ciudades, de 107 provincias, por todas las regiones italianas, será objeto de diversas manifestaciones, y se desplazará no sólo por tierra, sino también en medios tan curiosos como góndola (Venecia), avión (desplazamiento a las islas de Sicilia y de Cerdeña), canoa, bicicleta, patines o esquí.

Precisamente, se ha querido poner especial énfasis en que la antorcha olímpica transcurra el 31 de diciembre en una ciudad como Nápoles, donde más se vive de Italia esa noche del paso de un año a otro, y 26 de enero en Cortina de Ampezzo, donde se conmemorará los 50 años de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1956.

En Cortina de Ampezzo, la antorcha volará, ya que un relevista se exhibirá en un peculiar salto de trampolín.

Para el 9 de febrero, está previsto que la antorcha con el fuego olímpico llegue ya a Turín, donde al día siguiente será la parte estelar de la Ceremonía de Apertura de los Juegos, con su encendido en el pebetero del estadio Olímpico, el remozado para la ocasión Comunale y que llevará, a partir de la próxima semana, el nombre de Grande Torino.

Se sabe ya que entre los 10.001 relevistas que llevarán la antorcha por todo el país estará un gran número de personalidades políticas, deportivas y sociales.

Entre ellos están todos los medallistas italianos que lograron el oro en Salt Lake City´2002, en los Estados Unidos, y en Atenas´04; el gimnasta Yuri Chechi; futbolistas como Francesco Totti, Paolo Di Canio, Gianfranco Zola, Rino Gattuso, Gigi Riva o Cristiano Lucarelli; entrenadores como Marcello Lippi y Fabio Capello; baloncestistas como Dino y Andrea Meneghin; o atletas como Andrea Longo, Sara Simeoni, Frank Fredericks e Hicham El Guerrouj.

Tenistas como Nicola Pietrangeli y Diego Nargiso; y boxeadores como Nino Benvenuti. Y, por supuesto, esquiadores como Manuela Di Centa, Kristian Ghedina o Piero Gross.

Pero, por supuesto, como es habitual, permanece en riguroso secreto el nombre del último relevista que lleve finalmente la antorcha al pebetero para encender el fuego olímpico que iluminará Turín durante el periodo de los Juegos. Es más que probable que uno de los últimos relevistas, ya dentro del estadio, sea el futbolista Alessandro Del Piero, capitán del Juventus Turín.

En los últimos días ha sonado con insistencia el nombre del campeonísimo de esquí Alberto Tomba como último relevista y que podría ser el que encendiera el fuego en el pebetero; pero de momento no hay nada oficial.