El Real Betis no logró ayer en Anfield la difícil tarea de doblegar al Liverpool, aunque el once sevillano dijo adiós a la 'Champions' con la cabeza alta, al contener con un 0-0 las numerosas embestidas del campeón europeo.

Este empate sin goles y la victoria del Chelsea sobre el Anderlecht, rivales de grupo G, bastan para asegurar el billete a octavos a los locales y dejan al conjunto español el consuelo de la Copa de la UEFA.

El once del mallorquín Lorenzo Serra Ferrer, que optó por un planteamiento táctico de 4-5-1, con Fernando solo en la punta del ataque, protagonizó un arranque enérgico que le llevó a controlar claramente la pelota en los primeros minutos.

Los verdiblancos comenzaron sintiéndose cómodos en Anfield, sin permitir que los cánticos de los hinchas locales les amilanaran y haciendo correr a su antojo a los pupilos del madrileño Rafa Benítez.

El Liverpool, flamante campeón europeo y ayer con escasa representación española, sólo con Pepe Reina y Fernando Morientes en el once titular, trató de arrebatar las riendas en los primeros compases, en vano, en los que hubo mucho toque de balón, pero ausencia de ocasiones claras.

Los primeros 20 minutos transcurrieron con tranquilidad para ambos cancerberos, ya que la verdadera batalla se libró en el medio campo. Tras el letargo que acompañó a los locales en el arranque, por fin despertó al Liverpool. La acción llegó gracias al altísimo delantero inglés Peter Crouch, que en el minuto 22 puso en vilo a las defensas españoles, con una ocasión idónea de desnivelar que abortó a tiempo el meta del Betis.

Un disparo largo del medio brasileño Assunçao en el minuto 29 de partido que se fue a las gradas constituyó la primera oportunidad para el plantel de Serra Ferrer en el primer tiempo y le seguiría Xisco, con otro amago a la portería de Pepe Reina.

Tras el paso por los vestuarios, Hyppia y Gerrard se centraron en la parte ofensiva, mientras que el equipo español salía muy organizado y muy sólido en la zaga. El Liverpool no paró de malgastar momentos. El ex valencianista Mohamed Sissoko y Crouch atentaron contra Antonio Doblas, sin fortuna, mientras que al Betis se le agotaban las ideas.

El Liverpool se adueñó de la posesión en los últimos minutos de partido, dando pocas oportunidades a un Betis que aguantó aunque a duras penas pudo contener a su rival.